2/7/13

«No existe una separación entre el mundo digital y el mundo material»

Sara Pink

Sara Pink

¿Cuál es el punto de partida de su proyecto de investigación?
Mi investigación parte de la idea de que los medios digitales son un elemento clave en nuestro entorno y de que no existe una separación entre el mundo digital y el mundo material. En nuestra vida se mezclan los dos mundos de manera permanente; por ejemplo, podemos planchar mientras miramos la televisión o escuchamos la radio, nos informamos de la previsión del tiempo por el teléfono móvil... Por eso hemos visto que no tiene sentido estudiar el uso de medios digitales solos, puesto que están totalmente incrustados (embedded) en la vida diaria. El móvil, por ejemplo, lo llevamos siempre con nosotros, ¡incluso nos lo llevamos a la cama!
Su investigación se centra en la vida cotidiana de las personas, sobre todo la vida familiar. La metodología que usa para investigar es muy original: el videotour.
Sí, filmamos a la gente en su casa, en sus rutinas diarias, especialmente antes de irse a la cama y cuando se levantan por la mañana, que son dos momentos muy importantes de interacción con los medios digitales y de consumo de energía. Después de filmar a las familias, les enseñamos la grabación y, si hace falta, editamos algunas partes con las que no se sienten cómodas. El videotour es una puerta de entrada para entender algunos aspectos de la vida diaria que, a primera vista, son menos visibles.
¿Qué aporta la metodología del vídeo a la investigación?
El vídeo puede ser una nueva herramienta para generar conocimiento, tanto para investigadores como para otros públicos. El videotour es grabar no solamente un hogar y a la familia, sino también el movimiento del investigador que se mueve en un entorno multisensorial y social.
Con sus estudios replantea lo que significa un hogar.
Sí, nuestros hogares no tienen nada que ver con la imagen de la casa y la familia ideal que sale en los anuncios televisivos. La colada, por ejemplo, tiene una presencia muy importante en todos los hogares, pero, en cambio, no está en el imaginario social de los hogares. Con la investigación que estamos haciendo hemos visto que la colada es omnipresente en los hogares y que tiene un rol muy importante en el consumo de energía doméstica (especialmente en el Reino Unido, donde la ropa no puede secarse en el exterior y se seca sobre los radiadores o en la secadora).

 «La gente es poco racional en el uso de la energía»
 
El proyecto LEEDR (Low effort energy demand reduction), en el que trabaja junto con profesionales de otras disciplinas, busca entender rutinas domésticas para explorar formas de reducir el consumo de energía en los hogares. ¿Qué es lo que han observado hasta ahora?
Estamos observando una veintena de hogares del Reino Unido, la mayoría familias con niños. Hemos visto que la gente es poco racional en el uso de la energía. Por ejemplo, muchas personas se van a la cama y apagan todas las luces y aparatos de la planta baja, pero después suben al dormitorio y se duermen con el televisor o la radio en marcha. El móvil es omnipresente, nos lo llevamos a la cama: lo tenemos como despertador, para despertarnos por la mañana con la radio... O bien lo dejamos cargándose mientras dormimos.

Por la noche, algunos electrodomésticos siguen en modo de espera (stand by)... Son rutinas muy introducidas en la vida de la gente que hacen difícil buscar vías de ahorro energético.
En uno de sus artículos * afirma que estamos «saturados» de medios digitales.
Sí, son una parte fundamental de nuestra vida: están en casa, en el trabajo, en nuestra vida social... La televisión, la radio y los teléfonos son móviles y siempre están con nosotros. Lo que hemos descubierto es que los medios digitales no necesariamente los usamos solos, sino que solemos combinarlos con otras actividades. Por ejemplo, miramos la televisión mientras usamos el móvil o la tableta, planchamos mirando la televisión o escuchando la radio, etc.
Es decir, que no lo usamos solo.
Excepto en el trabajo, donde nos concentramos trabajando con el ordenador. En el ámbito doméstico, pocas veces. Y es curioso que, si pedimos a la gente qué hace, identifican la otra actividad como principal. Por ejemplo, si planchamos y miramos la televisión al mismo tiempo, diremos que planchamos; no pensaremos que realizamos la otra actividad. Son parte de nuestra rutina inconsciente.
Según usted, no solamente estamos saturados de contenidos provenientes de los medios, sino que también estamos saturados de la «presencia» de estos medios.
Exacto. Los medios digitales tienen una presencia constante en el hogar. Aunque no los usamos en un momento determinado, nos acompañan: la radio o la televisión en marcha crean un zumbido cálido que forma parte de nuestra vida. Muchos electrodomésticos siguen en marcha en espera, el móvil cargándose...
Otra vertiente de su investigación se centra en el movimiento Slow City, tanto en el Reino Unido como en el Estado español.
Este es un movimiento muy interesante que ha ido creciendo desde que surgió, en 1999, en Italia. Se ha transferido a distintos países y ahora ya hay 176 poblaciones de 27 países del mundo que forman parte de él. El movimiento crea un sentimiento de singularidad entre los habitantes de una población y hace que se involucren activamente en mejorarla. Intenta «proteger» las ciudades de la acción de las multinacionales y los grandes supermercados, y promueve vías de desarrollo alternativas, basadas en la calidad de vida de la población. En Cataluña he realizado investigación en las poblaciones de Pals y Begur.

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