1/8/14

«Prefiero interpretar personajes que se alejen lo más posible de mi personalidad»

Ivana Baquero ,

¿Por qué decidiste escoger Derecho?
Es una carrera muy enriquecedora, tanto desde el punto de vista personal ?por los conocimientos que te proporciona?, como profesional ?porque tiene muchas salidas interesantes más allá de la vía judicial. Además, aunque siempre me ha interesado la economía, yo soy de letras. Así pues, como contrapartida, me pareció una opción muy buena.
¿Y por qué elegiste la UOC?
Elegí la UOC porque mi trabajo de actriz me obliga a estar mucho tiempo fuera de casa y hacer largos viajes. Quería estudiar, pero una universidad presencial no era una opción viable, puesto que era imposible que asistiera a clase con regularidad. El funcionamiento de la UOC se ajusta mucho a mis necesidades: puedo hacer mi carrera a distancia y examinarme cada semestre con normalidad, pero sin tener que asistir a clase de forma continua. Para mí, la UOC es una opción que me brinda la oportunidad de estudiar a medida sin tener que ceñirme a un horario universitario fijo. Me permite organizarme y compaginar el trabajo con los estudios.
¿Eres una actriz que es estudiante o una estudiante que es actriz?
Considero que soy una actriz que es estudiante, a pesar de que para mí los estudios son vitales y son una parte imprescindible de mi vida cotidiana. Sin embargo, ahora mismo el trabajo es la prioridad.
El terror es el género en el que has trabajado más...
De hecho, empecé en el género del terror por casualidad. La primera película la hice cuando tenía ocho años, se llamaba Romasanta y era de terror. Las otras se encadenaron de forma natural y sin la pretensión de que fueran de un determinado género, a pesar de que me acabé aficionando a este género y me encanta hacer este tipo de películas. Sin embargo, a medida que he ido creciendo, he empezado a buscar otro tipo de proyectos.
Prefieres papeles en los que los personajes sean parecidos a ti o que se distancien de ti?
Prefiero interpretar personajes que se alejen lo más posible de mi personalidad. Para mí esta es la esencia de la interpretación: encarnar a una persona que no sea como tú. En el caso contrario, estarías haciendo de ti misma. Por eso, siempre intento encarnar a personajes que se alejen de mí no solo en lo que respecta a la personalidad sino también en cuanto al físico. Me encanta, a la hora de perfilar el personaje, trabajar su aspecto y explorar cosas como sus tics, cómo lleva el pelo, cómo viste, cómo mira, cómo interactúa con los otros...
Hay alguna conexión psicológica o emocional entre la Ofelia de El laberinto del Fauno e Ivana Baquero?
Por supuesto que sí que hay una gran conexión psicológica entre las dos. Para interpretar Ofelia, con once años, en una edad en que no es muy habitual tener suficientes conocimientos para poder crear un personaje basado en observaciones externas, utilicé en gran parte mis propias experiencias e incluso mis propios sentimientos para establecer una conexión emocional con Ofelia y poder llegar a entender el momento por el cual pasaba.
¿Qué es lo que más te gusta del cine?
El momento de interpretar me encanta: crear y encarnar a un personaje; y esto se da durante el rodaje. Así pues, lo que me gusta más del cine son los rodajes, pero también las promociones, porque me permiten viajar y conocer a gente de todo el mundo.
¿Y lo que menos te gusta?
Las fiestas. A veces son divertidas, pero en ocasiones se convierten en obligaciones.
¿Te has planteado hacer televisión?
Sí, pero creo que todavía no es el momento de hacerla. La televisión suele comportar un compromiso a largo plazo, y ya sea por estudios o por otros proyectos, nunca he encontrado el momento. El cine me permite trabajar durante periodos concretos y esto me da la libertad de comprometerme con otros trabajos u otros planes.
¿Qué te parece la situación de la industria del cine actual?
La industria del entretenimiento y en particular la del cine sufren mucho la crisis que España vive actualmente. La financiación de los proyectos se ha reducido en número y cantidad. Pocos años atrás se realizaban más de cien veinte películas españolas al año, pero hoy no llegamos ni a la mitad. Cuesta mucho levantar proyectos cinematográficos y hay muchos que se quedan por el camino. Esperemos que con el tiempo la situación mejore y salgan a la luz todos los proyectos aparcados para poder proporcionar trabajo a tantos profesionales excelentes, desde el punto de vista tanto técnico como artístico, de nuestra industria del cine.

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