30/7/14

«A veces, la persona no sabe que está enferma por el trabajo»

Jaume de Montserrat ,

Jaume de Montserrat, subdirector general de Seguridad y Salud Laboral de la Generalitat de Cataluña, ha participado en la V Jornada académica de presentación y reconocimiento de los mejores trabajos finales del máster de Prevención de riesgos laborales. De Montserrat explica en esta entrevista qué son las prioridades de la Estrategia de Salud Laboral 2014-2020 que la Administración catalana elabora actualmente con los agentes sociales. Destaca la creciente importancia de los trastornos de salud mental relacionados con el trabajo y afirma que hay que incidir en la identificación y la prevención de estos trastornos.

Jaume de Montserrat, subdirector general de Seguridad y Salud Laboral de la Generalitat de Cataluña, ha participado en la V Jornada académica de presentación y reconocimiento de los mejores trabajos finales del máster de Prevención de riesgos laborales. De Montserrat explica en esta entrevista qué son las prioridades de la Estrategia de Salud Laboral 2014-2020 que la Administración catalana elabora actualmente con los agentes sociales. Destaca la creciente importancia de los trastornos de salud mental relacionados con el trabajo y afirma que hay que incidir en la identificación y la prevención de estos trastornos.

¿Cuáles son los principales riesgos a los que están sometidos los trabajadores y trabajadoras catalanes?
Continúan siendo los riesgos clásicos: la exposición a movimientos repetitivos y las posturas forzadas. Por ejemplo, una cajera de supermercado que gira constantemente el tronco para hacer pasar los paquetes. También hay la exposición al ruido, a los agentes químicos ?incluidos los cancerígenos. De todos modos, con el adelanto de la tecnología en el sector industrial, el riesgo de accidente clásico va disminuyendo. Por último, hay factores de riesgo psicosociales, que están vinculados a la organización del trabajo.
¿Cuál es el índice de siniestralidad y cómo ha evolucionado durante la crisis?
El índice de siniestralidad hace referencia a los accidentes de trabajo, a pesar de que la siniestralidad también puede ser causada por enfermedades laborales, que son más difíciles de calcular. Desde hace unos ocho o nueve años, el índice ha ido bajando. Hemos pasado de casi 5.000 accidentes por 100.000 trabajadores al año a 2.900. Son cifras relativas, puesto que tenemos presente que hay menos gente que trabaja debido a la crisis. Es una evolución favorable, que deberíamos intentar que no se parara.
¿Cuáles son las causas de esta bajada?
Seguramente, las causas son múltiples, no las conocemos bien. Los instrumentos que tenemos para analizarlo no son tan perfectos como nos gustaría. Probablemente, la normativa y la actividad preventiva de las empresas hacen su efecto. Pero también tiene algo que ver el hecho de que la crisis ha destruido puestos de trabajo de una forma no uniforme; o sea, se han perdido más puestos de trabajo en la construcción y la industria, sectores en los que el riesgo de accidente es más alto. También pueden haber contribuido las mejoras tecnológicas y de procesos de algunos puestos de trabajo de riesgo. Por último, en los últimos años, debido a la crisis, podría ser que se trabaje con menos intensidad, lo que hace que haya menos accidentes.
¿Qué prioridades tiene la Subdirección General de Seguridad y Salud Laboral de la Generalitat de Cataluña?
Consideramos que es muy importante la participación de los empresarios y de los trabajadores en la elaboración de nuestras políticas. En el marco del Consejo de Relaciones Laborales de Cataluña, órgano de diálogo social en Cataluña, estamos trabajando la Estrategia Catalana de Seguridad y Salud Laboral, que marcará las grandes apuestas en materia de seguridad y salud laboral hasta el 2020. Prevemos cerrarla a finales de año. Los grandes ejes son:
  • Mejorar la implicación de la pequeña y mediana empresa. Es la que ocupa más trabajadores, pero su medida dificulta la gestión de los riesgos laborales. Hay que buscar estrategias para convencer a las pymes y darles herramientas para facilitar que cumplan la normativa.
  • Mejorar los sistemas de información sobre los accidentes de trabajo y, especialmente, sobre las enfermedades laborales. Mientras que es fácil identificar un accidente ocurrido al trabajo, no es así en lo que respecta a las enfermedades. Por ejemplo, un trabajador quizás no puede dormir por una situación de estrés vinculada al trabajo y no lo identifica como una enfermedad laboral. A veces, la misma persona, ni el sanitario que lo atiende, no sabe que está enferma por el trabajo. Hay que mejorar la detección de las enfermedades vinculadas al trabajo, incluidos los trastornos de salud mental. Si no, acaban siendo un mundo silencioso.
  • Mejorar los sistemas de información de exposición a factores de riesgo y a condiciones de trabajo anómalas. Es decir, no nos podemos limitar a calcular cuánta gente tiene cáncer, sino que hay que ver cuánta gente trabaja con sustancias cancerígenas. Actualmente trabajamos en un mapa de exposición a agentes cancerígenos y en un mapa de exposición a pesticidas. También es prioritario actuar sobre trastornos musculoesqueléticos.
¿En qué sectores hay más exposición a agentes cancerígenos?
Puede haber en cualquier sector: la construcción, la industria, el textil, la agricultura (recordemos que el sol también es cancerígeno)... Este segundo semestre tendremos terminado el mapa de exposición a agentes cancerígenos, que será el segundo más completo de Europa después del de Finlandia, que hemos cogido como modelo.
¿Cuáles son las enfermedades más frecuentes que impiden a los trabajadores y trabajadoras realizar su trabajo?
Los trastornos musculoesqueléticos. A pesar de que no hay un porcentaje claro, son la primera causa de accidente, de enfermedad laboral y de enfermedad común. La segunda causa son los trastornos de salud mental (ansiedad, depresión), pero la Seguridad Social no los reconoce como trastornos derivados del trabajo y, por lo tanto, no podemos saber su número. Por los estudios existentes, sabemos que hay una alta exposición a factores de riesgo psicosociales (relacionados con el estrés), que terminan expresándose en forma de trastornos de salud mental. Son la segunda causa de pérdida de jornadas de trabajo, es decir, un problema de trabajo importante.
¿Por qué no los reconoce la Seguridad Social?
La Seguridad Social está enfocada a reconocer accidentes de trabajo; de hecho, nació para que los trabajadores que sufrían accidentes no se quedaran desamparados. Un accidente laboral es fácil de ver y de relacionar con la causa. Pero si una persona está deprimida por el trabajo, es más difícil de identificarlo y demostrarlo. Por eso, la mayor parte de estas enfermedades se suelen reconocer por vía judicial o sin que se identifiquen como enfermedades laborales. En cualquier caso, debemos mejorar la prevención.
¿Cómo se puede hacer?
Identificando el riesgo antes de que pase y aplicando medidas. Por ejemplo, tenemos un puesto de trabajo que es caótico, la cabeza no sabe mandar, hay un gran número de factores de riesgo psicosociales en juego y el trabajador acaba estresado y, vete a saber, deprimido. ¿Cómo se resuelve? Primero, reconociendo que hay un problema de organización y, después, ordenando la empresa, haciendo prevención. Por lo tanto, la prevención de los daños a la salud pasa por reconocer que existe el riesgo y por aplicar las técnicas de prevención. Siempre hay que hablar con los trabajadores, que son los que mejor conocen su puesto de trabajo, y tener en cuenta su opinión.
¿Cómo se pueden prevenir los daños a la salud de los trabajadores autónomos?
Los autónomos son una quinta parte de la población laboral. Es una situación paradójica, porque el autónomo es responsable del propio trabajo. Las estrategias para mejorar su seguridad y su salud pasan por concienciarlos y ayudarlos a implicarse en la tarea. Sería una situación similar a cómo conseguimos, mediante el impulso de la cultura preventiva, concienciar a los conductores para disminuir los accidentes de coche.
¿Qué importancia tienen la formación y la educación a la hora de prevenir riesgos laborales?
Son un instrumento clave. Actualmente, son un elemento corrector o complementario para mejorar las condiciones de trabajo. Pero en el futuro, la formación estará presente ya desde el momento en el que, formados en sus correspondientes etapas educativas, los emprendedores diseñen sus empresas, los directivos las gestionen y los trabajadores trabajen en ellas, incorporando la prevención de un modo natural.
¿Qué piensa del máster de Prevención de riesgos laborales de la UOC? ¿Qué aportación hace a la sociedad?
El máster de la UOC, igual que cualquier máster en esta materia, debe formar buenos profesionales y reflexionar permanentemente sobre las necesidades de formación y prevención de las empresas. El mundo de la empresa es dinámico, y el de la prevención, también: la UOC debe estar muy atenta a las nuevas necesidades.

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