La UOC e Impact HUB Donostia organizan un taller para mejorar la comunicación entre los profesionales de la salud y los pacientes

Solo el 49% de los pacientes recuerda las instrucciones de su médico, según revela un estudio reciente elaborado en Gran Bretaña. Esta misma investigación desveló que el 36%  de los pacientes necesita un recordatorio para saber lo que ha hablado en consulta y el 15% lo recuerda de forma errónea o directamente no se acuerda. Estos datos ponen de relieve la importancia de una buena comunicación entre el médico y el paciente ya que una información mal recibida puede tener consecuencias irreversibles.

“Sabemos que aproximadamente la mitad de los pacientes crónicos no toma bien su medicación”, explica Marisa Merino, directora gerente de la Organización Sanitaria Integrada (OSI) Tolosaldea, de Osakidetza. “Hay que insistir, pues, en la transmisión adecuada de la información y asegurarnos de que la otra persona ha entendido bien y asume la responsabilidad que le corresponde como paciente o cuidador”, añade.

Merino participa junto con otros especialistas en la jornada Conversaciones para la salud: talleres prácticos de comunicación entre pacientes y profesionales, organizada por el eHealth Center de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en colaboración con Impact HUB Donostia el próximo viernes 28 de febrero. El objetivo de estos talleres es precisamente facilitar herramientas a los profesionales de la salud para mejorar la trasmisión de información y para optimizar el uso de las nuevas tecnologías en el cuidado de la salud.

En este sentido, Osakidetza, tal y como explica Merino, ha avanzado mucho con iniciativas como la carpeta de la salud o la cita online. Además, en 2010 se puso en marcha  Paciente Bizia - Paciente Activo, un programa que aún sigue vigente dirigido a personas con enfermedades crónicas cuyo objetivo es ofrecer herramientas a estos pacientes (o cuidadores principales) para que sean parte activa de sus cuidados.

Una buena comunicación también es fundamental a la hora de dar protagonismo al paciente en el control de su enfermedad. “La comunicación ayuda a establecer relaciones, favorece la continuidad en la atención y va encaminada a motivar al paciente a adoptar nuevas actitudes y comportamientos”, explica Lourdes Ochoa de Retana, responsable del programa Paciente Bizia - Paciente Activo. “Es básica en el manejo de la enfermedad ya que a través de ella no solo se abordan las emociones, sino que se estimulan los cambios de comportamiento.  Una comunicación eficaz se traduce en mayor bienestar, seguridad, confianza y satisfacción”, completa.

Paciente Activo: más de 7.200 personas en sus talleres

Desde su implantación,  más de 7.200 personas han acudido a los talleres del programa Paciente Bizia - Paciente Activo, tal y como explica Ochoa de Retana. “La persona que tiene una enfermedad crónica es la protagonista fundamental de su enfermedad y como tal tiene que ser parte activa en el cuidado de la misma”, añade.

Y para aquellas personas que por incompatibilidad de horarios, dispersión geográfica u otros motivos no podían acudir a los talleres presenciales, se planteó un programa piloto online, en el que ya han participado 200 pacientes y/ o cuidadores y con el que se llegó a un público más joven, tal y como avanza Ochoa de Retana, “9 años menos de media que en los talleres presenciales”. ¿El resultado? “El 89.5% de los participantes aseguraron sentirse más capacitados para controlar su enfermedad”, explica la directora del programa.

La tecnología, ¿aliada o enemigo del paciente?

“El avance y la aplicación de nuevas soluciones tecnológicas está revolucionando por completo el escenario de la salud, afectando de manera muy relevante a la comunicación”, explica Marisa Merino. La mayor interacción se produce en internet, “lo que genera nuevas situaciones que hay que afrontar, ya que ofrece a los ciudadanos información para la salud de forma inmediata que puede complementar la obtenida por otros medios”. Sin embargo, esta información no siempre es correcta o adecuada. “Los profesionales sanitarios debemos ayudar a las personas dirigiéndoles hacia fuentes de calidad, elaborando recomendaciones para que puedan beneficiarse de la información disponible de forma segura y fiable”, dice. "Las nuevas tecnologías permiten la monitorización, contacto permanente con profesionales para pedir consejo, el intercambio de experiencias y emociones a través de redes sociales, etc”,  completa Lourdes Ochoa de Retana.

Sin embargo, la realidad es que no todo el mundo sabe utilizar un ordenador, puede acceder a una plataforma online para conocer información sobre su salud, descargar una aplicación…Por eso, según Ignacio del Arco, investigador del eHealth Center de la UOC y miembro del equipo organizador de la jornada, la irrupción de las TIC en el cuidado de la salud, “requiere en muchos casos aprender y practicar nuevas habilidades relacionadas con la dimensión digital. Tanto los profesionales como los pacientes tienen que seguir actualizando sus conocimientos y habilidades para sacar todo el potencial que ofrecen estas herramientas”, dice.

OSI Tolosaldea identificó la comunicación como un punto clave que podría actuar como motor de cambio para conseguir la participación de todas las partes. “Y, precisamente, uno de los elementos importantes fue la utilización de las soluciones tecnológicas de forma transversal”, dice Merino. Por ello se han emprendido diversas estrategias: laboratorios de comunicación con metodologías innovadoras conectando con el mundo del arte para favorecer el pensamiento lateral, foros de pacientes apoyados con metodología de Visual Thinking, o el desarrollo de una herramienta para la identificación de personas con baja alfabetización en salud.

Sobre Conversaciones para la salud

El ciclo de Conversaciones para la salud está impulsando el Grupo de Interés en Alfabetización para la Salud, conformado por expertas de diferentes universidades y en el que participa el eHealth Center de la UOC.

Han organizado un ciclo de talleres de formación práctica, dirigido principalmente a profesionales y estudiantes de titulaciones de ciencias de la salud y cuenta con el reconocimiento oficial como actividad de interés sanitario. Pretende establecer un momento de reflexión sobre los diferentes aspectos relacionados con la comunicación y facilitar conocimientos, técnicas, herramientas y recursos que favorezcan la comunicación entre pacientes y profesionales de la salud. 

El grupo de trabajo se ha conformado por expertas de la Cátedra de Promoción de la Salud de la Universitat de Girona, la Red Catalana de Hospitales Promotores de la Salud, la Universidad de Cádiz, la Universidad de Murcia, el Servicio de Evaluación del Servicio Canario de salud y del eHealth Center de la UOC.  Está colaborando activamente para definir acciones y proyectos que contribuyan a mejorar los procesos de cuidados y atención sociosanitaria a través de la generación de sinergias y alianzas de otros agentes clave en la educación para la salud, representados en la Red de Escuelas de Salud para la Ciudadanía en instituciones como la Escuela Andaluza de Salud Pública, la Escuela de Salud para Ciudadanos de Galicia, el Programa Paciente Experto de Catalunya o el de Paciente Bizia - Paciente Activo del País Vasco.