'Finfluencers': entre la educación financiera y el riesgo viral
Las nuevas generaciones aprenden a invertir a base de reels y aplicaciones que democratizan el acceso a los mercados. Pero ¿realmente saben lo que hacen?Expertos de la UOC analizan el fenómeno de los finfluencers, o influencers financieros, y el papel de las fintechs en un nuevo ecosistema financiero que no está exento de riesgos
La pandemia puso de manifiesto el poder que pueden tener en los mercados los grupos de jóvenes ociosos con dinero en una mano y un móvil en la otra. Y es que muchos se lanzaron a invertir en bolsa o criptomonedas gracias a la inesperada e involuntaria cooperación entre finfluencers y compañías de tecnofinancieras (fintechs). Pero ¿qué son los finfluencers y por qué la educación financiera se está dejando en manos de estas figuras que campan a sus anchas por las redes sociales encandilando a jóvenes y no tan jóvenes para buscar dinero fácil?
"Los finfluencers son creadores de contenidos relacionados con la temática financiera. Sus mensajes, por la posición que tienen en las redes sociales, pueden tener cierto impacto", explica Silvia Martínez, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación e investigadora del grupo GAME. "Por la materia que abordan y los efectos que pueden tener en el usuario que siga sus recomendaciones, se hace más necesaria la transparencia en cuestiones como el conocimiento o la fundamentación de sus afirmaciones y la existencia de conflictos de intereses en los consejos que comparten", alerta Martínez.
Estas figuras acumulan millones de seguidores ávidos de información que les sirva de pista para saber en qué empresas invertir, qué acciones comprar o vender (y cuándo hacerlo), o cuáles son las tendencias del mercado. Se trata de factores que ni siquiera los expertos del sector financiero pueden saber, pero que sirven de inspiración a los seguidores de estos finfluencers a la hora de gestionar su dinero.
"Aunque en las redes sociales hay gente muy experta, también hay gente que no sabe tanto, e incluso estafadores", explica Elisabeth Ruiz-Dotras, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigadora del grupo Digital Business Research Group (DigiBiz). "El mensaje es que se puede hacer dinero fácil, pero eso no existe: es necesario tener formación, conocimientos y hábitos", alerta la investigadora, quien advierte de que "el objetivo de esta gente es vender algo y no dicen toda la verdad: puedes obtener dinero extra si inviertes, pero también puedes perder dinero". "Si tienes millones para invertir, puedes sacar una renta al mes", señala.
La experta alerta de los riesgos que conlleva el hecho de dejar la educación financiera en manos de personas cuya formación y experiencia no están contrastadas. "El mejor comunicador es el que va a vender más. En redes sociales no tienes capacidad de filtro: todo está mezclado y la formación no es la misma que se puede dar en escuelas o en determinados programas, porque se trata de vídeos muy cortos. En campos como el financiero, que es muy complejo, si no tienes las bases, no puedes aprenderlas un poquito aquí y otro allí", subraya Ruiz-Dotras.
¿Altruismo o marketing?
Algunos finfluencers aseguran que sus mensajes no son recomendaciones de inversión, sino que simplemente comparten con sus seguidores las operaciones e inversiones que hacen ellos. "Los finfluencers hacen comentarios generales, pero existe un vacío legal, porque las recomendaciones están muy reguladas", explica la experta, quien descarta, por otra parte, que estas figuras tengan alguna incidencia real en el mercado. "Si un finfluencer dice que alguna acción en concreto va a subir, las grandes gestoras no van a meter ahí su dinero", explica. Sin embargo, sí podría servir de incentivo para que algún particular lo haga, a pesar de que "nadie da información gratis: si supieran que una acción va a dar mucho dinero, no la compartirían con muchas personas".
Hay dos problemas de fondo con estas publicaciones o recomendaciones. El primero es que muchos de quienes siguen estos "consejos" carecen de una formación financiera que les haga saber en realidad cuáles son los riesgos de estos movimientos, especialmente por la facilidad de acceso a determinados productos de inversión a través de aplicaciones y compañías tecnofinancieras, que facilitan y abaratan su acceso. "Las consecuencias que este tipo de productos o inversiones pueden conllevar para la economía doméstica pueden ser importantes, con un impacto alto, por lo que se debe ser especialmente cauteloso", alerta Silvia Martínez, también directora del máster universitario de Social Media: Gestión y Estrategia de la UOC. "Si tenemos constancia de la actividad de una fintech por medio de un influencer al que seguimos y queremos participar porque vemos que ha obtenido interesantes beneficios, lo mejor sería buscar más información de la entidad y llevar los datos a un asesor experto que pueda orientarnos y explicarnos mejor los riesgos de la operación y el funcionamiento de esa entidad", recomienda.
Sin embargo, muchos usuarios de estas aplicaciones y seguidores de los finfluencers no dedican su tiempo a contrastar la información o a buscar asesoramiento y formación externa. Eso puede generar una desventaja si no conocen las verdaderas motivaciones del finfluencer para hacer determinadas recomendaciones de productos o plataformas. "Como en cualquier otra actividad promocional o publicitaria en redes, debería haber una transparencia con respecto al vínculo existente entre el influencer y la entidad", critica la profesora Silvia Martínez, quien añade que, "precisamente por la credibilidad y confianza que proyectan estos usuarios, desde un punto de vista ético se debería explicar si tienen conocimientos en esta materia o solamente se basan en su experiencia".
El papel de las fintechs
En este nuevo ecosistema, las empresas tecnofinancieras emergen como catalizadoras de un fenómeno que democratiza el acceso a servicios financieros, bancarios y de inversión. "Han eliminado barreras, sobre todo psicológicas, sobre la inversión. Los mercados financieros han cambiado mucho, pero no hay formación ni conocimientos, y la gente ha delegado las decisiones en entidades financieras", destaca Elisabeth Ruiz-Dotras, quien compara estas empresas emergentes con las aerolíneas de bajo coste. "Cuando aparecieron, permitieron la posibilidad de viajar a todo el mundo, porque puedes volar por 20, 30 o 50 euros. Ahora todo el mundo viaja y sale los fines de semana. Con las inversiones ha pasado lo mismo: hay plataformas de bajo coste, que son fintechs, que se están posicionando con acceso a fondos de inversión y productos a precios muy competitivos", destaca. La investigadora, asimismo, vincula el fenómeno de los finfluencers con el auge de este tipo de tecnologías. "Por un lado, el hecho de invertir se ha acercado a la sociedad desde las redes sociales; por el otro, se ha facilitado desde la tecnología. Sin embargo, eso no significa que no haya riesgos: los riesgos de inversión continúan existiendo, pero muchas veces la gente no es consciente de ello. Además, si no tienes la formación y el conocimiento necesarios, los riesgos crecen exponencialmente", insiste.
Ambas expertas coinciden en que lo importante es la formación para saber qué se está haciendo en cada momento, además de tener en cuenta que el dinero fácil y rápido probablemente no existe. Para lograrlo, es importante tanto el papel de los reguladores como el de las redes sociales que dan voz a los finfluencers. "Es necesario un aumento de la transparencia y una mayor educación de la ciudadanía para que no se deje llevar por apariencias o resultados temporales y comprenda las dinámicas de funcionamiento de estas empresas", sugiere la profesora Silvia Martínez. En este sentido, es necesario tener en cuenta que está en juego la salud financiera de muchas personas.
“Las posibles consecuencias de este tipo de productos o inversiones para la economía doméstica pueden ser importantes, con un impacto alto, por lo que hay que tener mucho cuidado”
Expertos UOC
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Núria Bigas Formatjé