La revolución educativa de 2026: chatbots, ludificación e IA
Expertos de la UOC analizan cuáles son las principales tendencias en el sector de la educación digital para el próximo año
El ámbito de la educación digital seguirá explorando, en 2026, nuevas oportunidades y afrontando retos de la evolución tecnológica. Aparecen herramientas que vuelven a poner a la persona en el centro y la acompañan en el proceso de aprendizaje de una manera cada vez más personalizada. En este camino, la inteligencia artificial (IA) sigue marcando el paso con nuevos instrumentos que permiten, precisamente, que el diseño del aprendizaje evolucione y la educación digital se consolide como una herramienta para hacer crecer al estudiantado mediante una personalización de los currículos cada vez más afinada. Varios expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) analizan las principales tendencias que marcarán la evolución de la educación digital en los próximos meses y apuntan el auge en innovaciones como los chatbots, la ludificación, los laboratorios remotos, la personalización de los currículos con oferta modular y la importancia de desarrollar competencias dirigidas a resolver problemas complejos.
La inteligencia artificial automatiza cada vez más el mercado laboral y esto obliga a desarrollar las habilidades blandas (soft skills). Desirée Gómez, analista de tendencias educativas e innovación del eLearning Innovation Center (eLinC), explica que en la era de la IA generativa las competencias relacionadas con la cognición son fundamentales para los trabajadores, "tanto para la adaptación como para el progreso laboral". Remarca sobre todo las habilidades "basadas en la resolución de problemas complejos" y detalla que, entre estas, las que tienen más proyección de crecimiento son "el pensamiento creativo y el analítico". Así lo recoge también el informe The Future Jobs Report 2025 del Foro Económico Mundial. Competencias al alza, añade, son algunas habilidades transversales como por ejemplo la curiosidad y el aprendizaje permanente.
Y en este contexto, ¿cuál sería la tendencia en cuanto a la enseñanza de las competencias humanas no automatizadas? Gómez lo ve claro: "Emplear pedagogías y metodologías que fomenten la rápida incorporación de habilidades en el lugar de trabajo desde la práctica y el trabajo activo de estos conocimientos", sobre todo con lo que se conoce como upskilling y reskilling, la mejora o la adquisición de nuevos conocimientos dentro del entorno laboral. Metodológicamente, agrega Gómez, en la educación digital esto implica "el uso de situaciones simuladas, ludificación, laboratorios remotos y el uso de realidad virtual o aumentada".
El analista de la UOC también cree que este 2026 se seguirán explorando nuevas herramientas orientadas a garantizar la empleabilidad. Son tendencia las herramientas que utilizan la IA para el aprendizaje remoto o mediado por la tecnología, "es decir, las que favorecen el aprendizaje adaptativo y las que se basan en la analítica de datos, que se acomodan al ritmo de aprendizaje del estudiantado o dependen de las respuestas y decisiones de este con el fin de adaptarse a su uso y ofrecer su conocimiento, como el uso de chats preconfigurados de IA o el desarrollo de roles basados en el diálogo". Otro tipo de herramientas nuevas son las que facilitan adoptar estas tecnologías relacionadas con el aprendizaje y el entrenamiento remoto de habilidades, como es el caso de las gafas de realidad virtual.
“La inteligencia artificial generativa facilita la creación de simulaciones y escenarios de aprendizaje que fomentan el juego de rol, como interactuar con personajes históricos o situaciones profesionales simuladas”
El diseño del aprendizaje: hacer crecer al estudiantado
El diseño del aprendizaje en la educación digital seguirá explorando, en 2026, nuevas oportunidades, que impliquen volver a poner a las personas en el centro y hacer que crezcan por medio de la oferta formativa. Pero ¿cómo se puede saber que este objetivo, que va más allá de la pura transferencia de conocimiento, se está logrando? Cris Girona, especialista en diseño del aprendizaje en línea en el eLinC, responde: "Sabremos que crece no solo porque la persona se gradúa o por el hecho de tener unos buenos resultados académicos, sino porque hemos sido capaces de repensar la evaluación de los aprendizajes con una mirada ampliada, que pone el foco en aspectos cualitativos sobre la trayectoria de cada uno y permite disponer de datos y de información relevante sobre esta trayectoria. Las universidades están incorporando la analítica de datos en su actividad precisamente en esta línea", remarca.
Disponer de espacios de conversación
Asimismo, el especialista de la UOC apunta también como tendencia el hecho de "disponer de espacios de conversación, acompañamiento y orientación educativa". Todo ello, para ir más allá de valorar los conocimientos previos o de pasar un test para saber qué nivel de conocimiento tiene el estudiante. "De esta manera, dispondremos de un mayor conocimiento de las fortalezas, potencialidades, aspiraciones y necesidades de estas personas", subraya.
Ante este escenario, una herramienta clara para trabajar en la personalización de planteamientos didácticos es "diseñar actividades que interpelen a los estudiantes de manera clara para que resuelvan casos reales de diversa complejidad", dice Girona. "Plantear preguntas implica que cada uno aborde las respuestas en función de lo que sabe y de lo que quiere saber; dar estas opciones también es personalizar y es una práctica cada vez más extendida porque la investigación educativa también la avala", añade.
Girona cree, además, que personalizar el diseño de los currículums también implica "plantear una oferta modular, apilable y flexible para que cada persona se haga su itinerario a medida". Ahora bien, advierte que "a las personas no solo las formamos para que trabajen, sino para que puedan tomar decisiones ligadas a su carrera profesional cada vez que lo necesiten". En este sentido, "del mismo modo que se habla de aprendizaje a lo largo de la vida (lifelong learning), hablamos cada vez más de orientación a lo largo de la vida (lifelong guidance), y esto también es tendencia", concluye.
Las oportunidades de la IA marcan, de nuevo, el 2026
La IA sigue siendo protagonista de muchos cambios en la educación digital en 2026. Marc Romero, de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación y director del ámbito de competencias TIC (CTIC) y del grupo de investigación Edul@b, prefiere hablar de "oportunidades" más que de tendencias. Para este experto de la UOC, la IA es crucial para adaptar las actividades de aprendizaje y las trayectorias individuales, porque "permite contextualizar conceptos o procesos complejos a realidades cercanas a los estudiantes haciendo que el aprendizaje tenga más sentido, sea relevante y motive al estudiantado". Como apuntaba Desiré Gómez, para Romero, la IA como tutor conversacional —es decir, un chatbot— es una tendencia clara. El experto opina que esta función "también puede ayudar a potenciar el pensamiento crítico, no dando directamente la solución a los problemas o retos, sino haciendo preguntas guía que ayuden a resolverlos".
Por otro lado, Romero también destaca otras novedades, como por ejemplo el aprendizaje con simulaciones y ludificación ampliada, que se seguirá explorando en 2026: "Con la IA generativa, es muy fácil crear simulaciones y escenarios que promueven un juego de rol con los estudiantes, ya que permite crear situaciones de aprendizaje basadas en hechos, ficción o fenómenos que sean motivadores para los estudiantes, como por ejemplo chatear con un personaje histórico, hablar con un paciente simulado o atender a un cliente ficticio". Asimismo, también se está aplicando la IA en la ludificación mediante la creación de elementos de juego en actividades educativas que ajustan la dificultad en función del estudiante, promoviendo una experiencia de aprendizaje más positiva y sin presión.
La ludificación adaptativa también será tendencia ayudándose de la IA, que "facilita la ludificación del aprendizaje de manera más flexible y motivadora". En este sentido, Romero explica que la IA "puede crear actividades con elementos de juego que se van ajustando según avanza cada estudiante, de tal modo que, si necesita más ayuda, la dificultad baja; si va más deprisa, esta sube". Al mismo tiempo, también puede generar historias y narrativas que se modifican a partir de las decisiones de los estudiantes. "Esto hace que el aprendizaje sea más atractivo y adecuado al ritmo de cada cual", apunta.
La creatividad aumentada es otro paso adelante en educación digital, que va de la mano con la IA, y que puede ser útil en procesos creativos, defiende Romero: "En lugar de hacer el trabajo por el estudiante, se puede utilizar como un compañero que propone ideas, ayuda a empezar un borrador o da alternativas cuando no sabemos por dónde tirar". Esto, añade el experto, "permite reducir la angustia inicial en las tareas creativas y permite que el estudiantado desarrolle su propio criterio y estilo".
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Leyre Artiz