2024

"El porcentaje de mujeres que trabajan en el ámbito STEM es inferior al 30 %, pero esto cambiará"

Lidia Merino, ayudante de investigación en el BDLab del eHealth Center y mentora del proyecto Technovation Girls

Lídia Merino: "Las niñas deben conocer las TIC para poder elegir si quieren centrarse en este sector"

22/04/2024
Teresa Bau
Lidia Merino, ayudante de investigación en el BDLab del eHealth Center y mentora del proyecto Technovation Girls

 

Lidia Merino es ayudante de investigación en el Behavioural Design Lab (BDLab) del eHealth Center, donde trabaja en proyectos de promoción de la salud, la salud digital y la salud mental adolescente, entre otros. También es mentora del proyecto Technovation Girls, que quiere impulsar las vocaciones profesionales tecnológicas entre las niñas y las adolescentes. Merino viene del mundo asistencial y trabajó como enfermera en Cataluña y en Irlanda. En esta entrevista nos habla de su tarea en Technovation Girls y también de la investigación que lleva a cabo en el eHealth Center.

¿En qué consiste el proyecto Technovation Girls, del que eres mentora?

El objetivo es dar una oportunidad a las niñas y las adolescentes de entre ocho y dieciocho años para que experimenten y trabajen con herramientas de desarrollo de aplicaciones móviles, que es una de las áreas de conocimiento STEM (las siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). La finalidad es que vean que es un ámbito en el que pueden centrar su futuro profesional. Se trata de un programa internacional que se hace en varias ciudades del mundo y en Barcelona se promociona en la red de Bibliotecas de la Diputación.

¿Cuál es tu rol como mentora?

Las chicas tienen que desarrollar una aplicación para dar respuesta a un reto global relacionado con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), ya sean de salud, cambio climático, educación u otros. Mi rol es guiarlas a lo largo de todo el proceso, tanto en el planteamiento y el desarrollo de la idea como en la gestión y la organización del tiempo y del grupo. Otra mentora que trabaja profesionalmente en el ámbito STEM las apoya en la parte técnica de programación de la aplicación.

¿En qué ámbito trabajan las chicas de tu grupo?

Están desarrollando un proyecto dirigido a mejorar la salud mental en la etapa de transición entre la infancia y la adolescencia (en la que se encuentran ellas), entre los diez y los catorce años. Este es también el objeto de investigación del proyecto eHealthLit4teen, en el que trabajo desde el eHealth Center. El jurado hará una selección de los mejores proyectos y los escogidos participarán en un evento en Silicon Valley, donde las creadoras tendrán que presentarlos en una final.

¿Cómo son las participantes? ¿Ya estaban motivadas por el ámbito TIC?

El grupo de chicas del que soy mentora es muy potente. Tienen entre diez y doce años y están muy motivadas. Una de ellas ya tiene un referente próximo y conocimientos de programación, y para ella este proyecto es una oportunidad de mejorar. Para las otras chicas, es una ocasión para conocer este mundo. Tienen muchas ganas de aportar y de aprender de este proyecto, en el que podrán desarrollar habilidades como el liderazgo y la creatividad.

¿Crees que los programas que se hacen para motivar a las chicas a trabajar en el sector tecnológico están teniendo resultados?

Creo que es pronto para ver resultados de estos programas. Un dato objetivo es que, actualmente, la ocupación STEM de mujeres es inferior al 30 % en España, pero creo que esto cambiará, aunque será un reto. Lo importante es que las chicas tengan referentes y que puedan trabajar en un tema que les interese. Que desde pequeñas ya se introduzcan en este mundo y puedan elegir si quieren dedicarse a él o no, pero que al menos lo hayan conocido. Otro ejemplo que demuestra que las cosas están cambiando es que en las escuelas de primaria se enseña a todo el alumnado a programar con Scratch.

Antes de centrarte en la investigación, te habías dedicado al ámbito asistencial trabajando como enfermera oncológica en Cataluña e Irlanda. ¿Qué aporta este bagaje a tu trabajo actual?

Empecé como enfermera asistencial en oncología, donde entendí la importancia de los cuidados y la atención holística a la persona, pero sobre todo me di cuenta de la significación de evitar o atrasar al máximo la enfermedad, es decir, de la promoción y la prevención de la salud. En el ámbito de la salud mental es más difícil hacer llegar este mensaje. La información y la divulgación son fundamentales para que las personas puedan identificar si les está pasando algo y buscar ayuda, y también para que tengan el conocimiento y las herramientas para mantenerse sanas y prevenir estas patologías.

Participas en el proyecto eHealthLit4Teen, dirigido por la investigadora del eHealth Center Eulàlia Hernández y que tiene como objetivo utilizar las redes sociales como herramienta para mejorar la salud mental y emocional de los adolescentes. ¿Por qué crees que han aumentado los problemas de salud mental entre esta población?

Es difícil responder con certeza a esta pregunta; creo que influyen varios factores. Los determinantes de salud son todos los elementos modificables y no modificables que influyen en nuestra salud, como la genética, el estilo de vida, el nivel socioeconómico o el lugar de residencia, entre otros. En el caso concreto de la salud mental de los adolescentes, son factores como las relaciones familiares y entre iguales, la soledad no deseada y la insatisfacción corporal, tal como ha identificado la Agencia de Salud Pública de Barcelona entre 2021 y 2022. Si estos factores se ven alterados, esto puede influir en la salud. Uno de los principales cambios recientes fue la pandemia de la COVID-19, que empezó hace ahora cuatro años. En el caso de los adolescentes, que se encuentran en proceso de cambio, de exploración y de autodescubrimiento y en una etapa en la que las amistades y la socialización pasan al centro, un confinamiento puede afectar negativamente a estos determinantes de salud. Sin embargo, también hay determinantes que influyen positivamente en la salud. Uno es la alfabetización para la salud. El proyecto eHEalthLit4Teen tiene como objetivo fomentar este aspecto entre el alumnado de ESO de Barcelona mediante una herramienta con la que conviven diariamente, las redes sociales.

¿Qué resultados habéis obtenido hasta ahora?

Hemos visto que los adolescentes se informan sobre salud mental a través de buscadores, hablando con personas próximas y también, en menor grado, mediante las redes sociales. Las principales barreras que tienen a la hora de buscar ayuda son la confidencialidad y la creencia de autonomía, y prefieren claramente la presencialidad a las plataformas digitales.

En el marco del proyecto, hemos creado un repositorio en línea con recursos de salud mental y de otras temáticas específicas en formato digital dirigido tanto a los adolescentes como a los docentes y las familias.

¿Cómo te interesaste por la investigación?

Hice el máster universitario de Salud Digital (E-health) de la UOC, en el que la investigación es un eje transversal en todo el itinerario formativo y con el que he aprendido mucho. No solo he adquirido conocimientos, sino que también me ha ayudado a fomentar el pensamiento crítico y la creatividad. Esto me motivó a encaminarme profesionalmente hacia este ámbito y, a partir de aquí, he ido trabajando en varios proyectos de investigación.

Para acabar, ¿qué destacarías de la investigación del BDLab?

Este grupo trabaja para describir, comprender y aplicar los principios y las técnicas que favorecen el cambio de comportamiento en salud mediante tecnologías digitales. De hecho, el cuidado de la salud depende de conductas; por lo tanto, es importante saber cómo se tienen que promover y facilitar estas conductas para que sean efectivas. En el ámbito del bienestar infantojuvenil, esto quiere decir favorecer que los niños y jóvenes cuiden de su salud y calidad de vida.