«Escobar llegó a matar a 10.000 personas, pero con una producción que desvirtúa la realidad, a este personaje se le coge hasta cariño»

 

Este lunes, 2 de diciembre, se han cumplido 26 años de la muerte de Pablo Emilio Escobar Gaviria, y con Santiago Giraldo Luque, profesor colombiano del Departamento de Periodismo de la Universitat Autònoma de Barcelona y autor del libro ¿Por qué amamos a Pablo Escobar?, repasamos los motivos del auge de popularidad de la figura del narcotraficante más conocido mundialmente.

 

 

Este lunes, 2 de diciembre, se han cumplido 26 años de la muerte de Pablo Emilio Escobar Gaviria, y con Santiago Giraldo Luque, profesor colombiano del Departamento de Periodismo de la Universitat Autònoma de Barcelona y autor del libro ¿Por qué amamos a Pablo Escobar?, repasamos los motivos del auge de popularidad de la figura del narcotraficante más conocido mundialmente.

 

Pues así se llama el libro, ya que queríamos indagar y ver el afecto que recibe la figura de Escobar. Cuando me preguntaban sobre si todas las historias que aparecían en la serie de ficción eran verídicas, empecé a preocuparme, ya que venían con una mezcla de fascinación y preocupación por todas las acciones que cometió el narcotraficante.

En España el fenómeno Narcos llegó muy fuerte y hasta hubo una propaganda de Netflix en diciembre de 2016, en la Puerta del Sol, con la cara de Escobar deseando felices Navidades.

Por la gran producción audiovisual que hay detrás de Narcos, la serie de Netflix. La narrativa de la serie nos lo acerca, nos lo hace familiar. Pero realmente no se ve ni el uno por ciento del dolor que ha llegado a causar ni toda la violencia que llegó a ejercer para conseguir lo que consiguió. Se le ve a él con la familia, con los compañeros, pero no se le muestra elaborando los planes de cómo hacerlo todo, sin ningún tipo de miramiento por nada ni nadie.

La base de todo lo que construyó y consiguió es el dinero, todo lo que ganó con el narcotráfico. Escobar compró su seguridad porque compró su barrio entero. En Colombia, la población no tenía esperanza de progresar socialmente, las desigualdades eran muy acentuadas, y él realmente fue en contra de todo esto, del sistema establecido. Acabó comprando su seguridad dando a sus vecinos algo que nunca habrían esperado.

La serie es infiel a la realidad. Bajo el paraguas de «basado en hechos reales» caben muchísimas realidades. La serie nos muestra las intimidades del personaje, nos lo humaniza, pero no es para nada fiel a la realidad.

Realmente, cuando ves la serie no lo vemos haciendo el mal, no lo vemos ni asesinando ni torturando para alcanzar todo el poder que consiguió haciendo daño. En la serie solo se nos muestra a Escobar ejerciendo la violencia cuando está amenazado por algo.

Todo lo «narco» es una caricatura. Pablo Escobar, el cártel, los políticos, la policía, las bandas armadas y hasta la sociedad colombiana que aparecen en la serie, todo está caricaturizado. Y el pueblo lo vive como tal. Todo lo que ha llegado a España a raíz de la serie es solo esto, una caricatura de Colombia.

Todos tenemos un diablillo dentro que nos hace identificar parcialmente con el mal. En una gran producción como esta, consiguen que nos reconozcamos con esto. Normalizan el negocio de la droga, el hecho de que solo con comprar y distribuir la mercancía se gana dinero. Claro, lo entiendes perfectamente. ¿Cómo van a trabajar honradamente los personajes de la serie por cuatro duros?

Lo frivoliza completamente, sin lugar a duda. Se habla de cosas que realmente pasaron, pero en los hechos que nos narran, en ningún momento aparecen las víctimas ni la violencia gratuita. No aparecen tampoco las familias de las víctimas, porque a la producción audiovisual no le interesa mostrar esa cara de la moneda. Solo vemos una parte de lo que pasó, la parte que les interesa narrarnos.

Se banaliza completamente el mal y hay un doble juicio del terrorismo. La gente que ha estado lejos de todo esto, que ha tenido la suerte de vivir lejos del terrorismo, no pueden llegar a imaginar lo que se siente cuando lo vives desde dentro.

Escobar llegó a matar a 10.000 personas, pero con una producción audiovisual que desvirtúa la realidad, a este personaje se le coge hasta cariño. Ello facilita que este doble juicio sea real y que se pueda banalizar de ese modo el terrorismo.