21/11/16 · Estudios de Ciencias de la Salud

El coaching, clave para mejorar los hábitos de salud

El conocimiento está bien extendido: hay que comer abundantes frutas y verduras y pocas grasas. Pero aplicar esta máxima a veces no resulta tan fácil, porque comemos fuera de casa o tenemos poco tiempo para cocinar. También es bien sabido que hay que hacer ejercicio regularmente. Pero una cosa es la teoría y otra, la práctica. A menudo vamos en coche en lugar de caminar o no encontramos el hueco en la agenda para ir al gimnasio. Cuando se trata de la salud y el estilo de vida, muchas veces el conocimiento está ahí, pero cuesta pasar a la acción. Por ello, se está extendiendo un nuevo enfoque en el ámbito de la salud que propugna que el facultativo no solo debe aconsejar al paciente, sino también motivarlo. Esto es lo que defiende el acompañamiento (coaching) en salud, que conlleva un cambio de paradigma. En este nuevo escenario, el paciente deja de ser pasivo y se habilita para conseguir sus objetivos.
En el coaching el paciente deja de ser pasivo y se habilita para conseguir sus objetivos.<br />Foto: Flickr (CC)

En el coaching el paciente deja de ser pasivo y se habilita para conseguir sus objetivos.
Foto: Flickr (CC)

«El profesional de la salud adopta una actitud de colaboración, menos jerárquica que en el método tradicional», afirma Yolanda Fleta, coordinadora del posgrado de Health Coaching de la UOC, formación que se ha iniciado este año y que ya cursan veinticinco personas con perfiles diferentes relacionados con la salud, como médicos, enfermeras y nutricionistas. Alicia Aguilar, directora académica del posgrado e investigadora del grupo e-HealthLab del eLearn Center de la UOC, explica que los Estados Unidos han sido los pioneros en aplicar esta nueva filosofía que ya se está extendiendo por Cataluña y por el Estado español y que implica que los facultativos no solo informan a los pacientes y los aconsejan, sino que hacen un «acompañamiento para que logren sus objetivos».


Más motivación, más eficacia

El acompañamiento en salud se puede emplear en múltiples casos: el tratamiento de la diabetes, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, el asma, la hipertensión y el control de peso. «Los resultados que se obtienen —explica Fleta— son más adherencia a los tratamientos y más satisfacción del paciente en su relación con el profesional». Los pacientes más motivados, pues, estarán más sanos y cambiarán antes sus hábitos. Aguilar afirma que el tratamiento de las enfermedades crónicas requiere a menudo un cambio de hábitos. Y añade: «Esto necesita una habilitación del paciente. Con mera información no es factible».

Los expertos coinciden en señalar que modificar hábitos y rutinas arraigados resulta complicado. Apuntan que, para tener éxito, hay que escuchar al paciente, conocer sus resistencias, comprenderlo y estimularlo. «La motivación es lo que nos ayuda a conectar con el propósito en lugar de dejarnos llevar por lo que más nos apetece», afirma la coordinadora del posgrado de Health Coaching. Aguilar, por su parte, asegura que para cambiar el estilo de vida —comer más sano, dejar de fumar o caminar más— a menudo hay que vencer las barreras propias, pero también las que levanta la sociedad. «A veces, el entorno sociocultural fomenta hábitos no saludables. El paciente está luchando contra lo que le apetece y lo que tiene a su alrededor», matiza Aguilar.


Empatía con los pacientes

El acompañamiento en salud defiende un cambio en la aproximación de la atención sanitaria y que el profesional —ya sea médico, enfermera, nutricionista u otro perfil— no sea solo un emisor. Esta filosofía, por tanto, aboga por un profesional que no se limite a dar recetas, pautas o consejos, sino que converse con el paciente, conozca sus circunstancias y sus problemas para aplicar lo que le recomienda y lo ayude. «Una de las maneras de resolver eficazmente la resistencia del paciente es mostrar empatía», asegura Fleta, que añade que, cuando el profesional de la salud muestra comprensión al paciente, «automáticamente su obstinación por defender sus argumentos de resistencia al cambio cesa».

Introducir este cambio en la forma de tratar a los pacientes y abordar el tratamiento de la hipertensión o la diabetes exige tener algunas competencias. Fleta señala que el asesor (coach) en salud debe tener «unas habilidades de comunicación y de relación interpersonales excepcionales». El acompañamiento, que se puso de moda en el campo del deporte y que más tarde se introdujo en el terreno empresarial, llega ahora a la salud. «El asesor en salud (health coach) será una figura indispensable en el futuro de los sistemas sanitarios —pronostica Fleta. Se necesitan modelos de intervención que fomenten la participación y la responsabilidad del paciente en relación con la salud».

Expertos UOC

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