Fanxi Meng y Bei-Zhong Han
Si tuviéramos que explicarle a una persona que no ha estado nunca en China la situación actual de la agricultura de su país, ¿qué le diría?
Fanxi Meng. Le diría que actualmente disponemos de importantes producciones de los cultivos clave, como el arroz y el trigo, y que, mientras treinta años atrás cultivábamos cereales para alimentarnos a nosotros mismos, hoy los tenemos para alimentar a los animales. También disponemos de todo tipo de frutas, verduras, pescado -ya sea salvaje o de granja- y carne, así como de importantes cultivos de algodón. Además, en cada región hay escuelas tanto de invierno como de verano y universidades de agricultura, y los labradores jóvenes están preparados con la tecnología moderna.
China tan solo tiene un 7% de tierra cultivable para alimentar al 21% de la población mundial, que además sigue creciendo. A pesar de ello, aseguran que podrán alimentarse a ustedes mismos. Pero ¿cuándo?
Bei-Zhong Han. China es un país muy grande, con regiones muy diferentes unas de otras y con grandes ciudades pero, sin embargo, calculo que en cinco o diez años ya podremos ser, en el aspecto agrícola, completamente autosuficientes.
¿Y no se puede ampliar la tierra cultivable?
Bei-Zhong Han. Desgraciadamente, tan solo una pequeña parte de tierra puede ser cultivada. Además tenemos que pensar que el desarrollo económico también comporta que las ciudades crezcan y necesiten suelo para construir viviendas y equipamientos. Pero ahora el Gobierno quiere controlarlo y limitarlo para mantener la tierra cultivable como tal.
Y, aparte de la cantidad limitada de la tierra cultivable, ¿a qué otros problemas deben hacer frente?
Bei-Zhong Han. Tenemos muchos retos y problemas. Por ejemplo, utilizamos demasiados fertilizantes y herbicidas. Y a eso hay que añadir las sequías. Y ¿cómo puede lucharse contra eso? Aquí entran en escena los cultivos genéticamente modificados. El Gobierno está impulsando la investigación en ese ámbito, y personalmente apoyo esta práctica porque creo que los transgénicos son la mejor solución.
¿Es la solución ideal para China?
Bei-Zhong Han. No sé si es la solución para China, pero quizás sí lo sea para los países desarrollados. Porque los transgénicos necesitan mucha menos agua. Por ejemplo, en el caso del arroz no necesitamos toda esa gran cantidad de agua que normalmente se utiliza con el cultivo tradicional. Y, como los cultivos con mucha agua fácilmente están infectados de insectos y se tienen que usar herbicidas que impactan en el medio ambiente, con los transgénicos no es necesario. Por lo tanto, es una buena opción para los países desarrollados.
En toda la evolución de su sector agrícola, ¿qué supuso la entrada, en el año 2001, en la Organización Mundial del Comercio (OMC)?
Fanxi Meng. Yo creo que nos ha ido bastante bien para poder estar presentes en los mercados internacionales. Pero, pensando en la China actual, en nuestra gente, lo que debemos pensar es en cómo alimentarlos. Porque, incluso hoy, con todo lo que tenemos, esa es la pregunta que siempre debemos hacernos. Y la respuesta es que no tenemos problemas. Porque, si observas a la población china, verás que no pasa hambre.Bei-Zhong Han. Actualmente, incluso la gente pobre dispone de comida. Quizás sea una alimentación muy básica, pero comida no les falta, a pesar de que nutricionalmente están infraalimentados, puesto que deberíamos producir muchas más proteínas de origen animal, como carne, huevos o leche, para que tuvieran más nutrientes.
En términos de nutrición, ¿la evolución ha sido también tan importante?
Bei-Zhong Han. La nutrición es una cuestión muy importante que aprendimos tanto de Europa como de Estados Unidos una vez China se hubo abierto al mundo. Así que para nosotros es una tradición muy joven. Desafortunadamente, sin embargo, las nuevas generaciones solo quieren seguir el estilo de vida norteamericano y consumen muchas hamburguesas, fritos, etc., lo que conlleva que cada vez más en las grandes ciudades se vean niños con sobrepeso y obesidad. Lo cual no es bueno.
Y ¿cómo afrontar ese problema? ¿Educación, campañas de sensibilización?
Bei-Zhong Han. El problema es que, si en China les hablas de mala nutrición, la mayoría de la gente te dirá que son pobres y comen lo que tienen. Y, por otro lado, vemos a familias ricas que consumen demasiada comida. Por lo tanto, debemos enseñarles a comer correctamente, porque no se trata tan solo de comer carne. Y eso es un problema para los asiáticos. Los chinos consumimos mucha proteína, y buena parte la sacamos de una planta muy saludable como es la soja, pero las nuevas generaciones prefieren las proteínas de origen animal de la carne y la leche. Y, nutricionalmente, lo mejor sería consumir más proteínas de las plantas que de los animales. Así que es evidente que tenemos que educar a la gente en el sentido de que hay que alimentarse bien con la comida más idónea.
Ustedes forman parte de una delegación que ha visitado la UOC tanto en Madrid como Barcelona. ¿Qué papel desempeña la cooperación en toda esta evolución?
Bei-Zhong Han. A raíz de la apertura de China, hace treinta años, hemos potenciado y apoyado que nuestros estudiantes vayan a universidades extranjeras y aprendan allí bastantes cosas. La mayoría de ellos ha ido con el apoyo del Gobierno y ha vuelto a China para aplicar sus conocimientos. Por tanto, China se ha beneficiado de esa cooperación, ya que antes no teníamos toda esa tecnología moderna de la que ahora sí disponemos. Pero actualmente, desde que tenemos mucha gente que se ha educado en el extranjero, también contamos con muy buenas universidades en las que educamos a nuestros propios estudiantes y también podemos enseñarles cosas a los demás países.
En esta cooperación, ¿ha sido más útil la experiencia de grandes potencias agrícolas como Estados Unidos o también se han podido beneficiar de la experiencia de países muy diferentes, como Luxemburgo, por ejemplo?
Bei-Zhong Han. No nos hemos beneficiado tan solo de Estados Unidos, sino también de universidades de diferentes países. Usted ha puesto el ejemplo de un país como Luxemburgo, pero yo mismo he estudiado en Holanda y allí, pese a ser un país pequeño, tienen una muy buena agricultura -sobre todo en el sector vitícola- y nutrición. Además, también producen mucha cerveza y queso, un producto del que nosotros no disponemos. De los países occidentales hemos aprendido mucho en el plano tecnológico. El vino actualmente es un producto muy popular en China. Y la cerveza también, puesto que se consumen 40.000 millones de litros anuales. Estos son ejemplos de lo que hemos aprendido de Occidente, conocimientos de los que se benefician los consumidores chinos. Y al mismo tiempo estoy seguro de que Occidente también ha aprendido cosas de nosotros, como la soja. Nosotros consumimos mucha; es un alimento saludable, muy nutritivo y que tiene muy pocas calorías. ¡Por eso estamos más delgados que los occidentales!
Aun con estas evidentes mejoras, ¿cuál es actualmente el gran reto pendiente de la agricultura china para la próxima década?
Fanxi Meng. Nosotros trabajamos a partir de planes quinquenales y este año lo más importante, la primera prioridad en agricultura china, es la gestión del agua. Es la principal de nuestras preocupaciones, tal y como se observa en la documentación gubernamental.Bei-Zhong Han. Pero lo que es muy importante es disponer de una política estable a lo largo de los años. Nosotros no tenemos alteraciones políticas como sucede en países como Egipto o Libia, sino que vamos siempre en una misma dirección. Otro aspecto importante que hay que tener en cuenta es la tecnología. Y el tercero es la educación tanto de los agricultores como de la población en el aspecto nutricional. Si conseguimos todo eso, la agricultura china puede hacer un gran cambio.
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