Pere Guirao
¿En qué consiste hoy en día la presencia internacional de Custo Barcelona?
Actualmente existen dos vertientes de la internacionalización: desde un punto de vista comercial y desde un punto de vista productivo. Básicamente ahora estamos mucho más metidos en la internacionalización comercial para abrir nuevos mercados, porque todo lo que había sido el mercado tradicional de Custo estaba muy deprimido y, evidentemente, teníamos que abrirnos. Actualmente hacemos muchos contactos para abrirnos a nuevos mercados, pero muchos proyectos todavía están en fase de estudio.
¿A qué nuevos mercados os abrís?
Tenemos presencia en Asia porque va todo el mundo, es un mercado emergente y tiene interés, pero nosotros nos focalizamos más en el área de Latinoamérica, en países como por ejemplo Brasil, Colombia, Venezuela... De hecho, ya tenemos algunas implantaciones y ahora negociamos abrir tiendas en Brasil. En definitiva, este continente hasta ahora nos resulta interesante. También estamos en China, en los Emiratos Árabes, en Rusia...
Supongo que exportar la imagen de Barcelona en el mundo es una gran responsabilidad para vosotros. ¿Cómo lo afrontáis?
El hecho de querer poner el apellido de Barcelona al nombre de Custo fue una idea que se tuvo en un determinado momento y hubo muchas iniciativas de hacer promoción: pintando un barco de Transmediterránea o un avión de Vueling, haciendo carteles de la Feria de Abril de Barcelona, haciendo botellas de cerveza para las olimpiadas o realizando diseños para cavas con el grafismo de Custo... Con responsabilidad, obviamente, no podemos llevar el nombre de Barcelona y hacer cualquier cosa.
¿Cuál es el secreto del éxito de la internacionalización de Custo?
Yo creo que viene muy marcado por la personalidad de Custo Dalmau y su hermano, pero sobre todo de Custo, que es la cara visible. Siempre ha sido una persona muy internacional, desde muy joven, puesto que tuvo la iniciativa de dar la vuelta al mundo en moto e incluso fue patrocinado. Él y sus amigos estuvieron un año y medio recorriendo el mundo, conociendo culturas... es su talante.
Por lo tanto, una vocación internacional innata.
Totalmente. Custo siempre ha querido estar en todas partes, viaja continuamente y se implica a fondo en todo lo que hace; tiene mucha energía. Además, siempre se ha rodeado de gente que desde un punto de vista de marketing han hecho muy buena promoción de Custo Barcelona. Y también ha habido muchas casualidades; por ejemplo, que Julia Roberts entrara en nuestra tienda de Nueva York y que comprara todo lo que había allí, para posteriormente llevarlo en algunas películas. Este hecho supuso un empujón importante y sin que nadie se lo esperara.
¿Qué ventajas aporta la internacionalización?
Una de las ventajas es la de dispersar el riesgo, es decir, de no tener todo el riesgo concentrado en un lugar donde el mercado vaya deprimiéndose, como es el caso del mercado europeo. Por lo tanto, tener puestos canales de venta en otros países ayuda a superar esta etapa crítica de la que nosotros no somos ajenos.
¿Y qué inconvenientes?
Yo no le vería ningún inconveniente. La parte no tan buena de la internacionalización serían las diferencias horarias y lingüísticas, el personal que trabaja para ti tiene que hablar más idiomas. Para salvar algunos de estos inconvenientes nosotros tenemos oficina propia en Nueva York, porque sería imposible estar operativos desde aquí en todas partes donde tenemos tiendas. Incluso desde el punto de vista de producción, si trabajamos con China y Sudamérica, los horarios están totalmente cambiados: cuando los chinos se acuestan, los peruanos se levantan.
Supongo que la experiencia enseña que todo esté muy ligado.
Sí, está claro, esto se va ligando poco a poco. Nadie tiene la varilla mágica para determinar la estructura o el mapa que hay que seguir. Todo esto va surgiendo porque la internacionalización desde el punto de vista productivo no viene por estar presente en otros países sino porque buscas cosas muy concretas que solo te dan esos países. Por ejemplo, estamos en Sudamérica porque hay un algodón de muy buena calidad y, puesto que íbamos a buscar este tipo de algodón, ya fabricamos allí. En la India estamos porque es el mejor lugar donde se pueden hacer determinados tipos de bordados. Estamos en China por competitividad y porque hay de todo y tenemos que estar.
¿Hasta qué punto es compatible la internacionalización con la responsabilidad social corporativa?
Esto es más complicado. En el caso de Custo, exigimos que se cumplan todas aquellas normativas que están reconocidas en todas partes, y se reflejan ante un contrato con los proveedores, pero no aplicamos una vigilancia excesiva. Cuando vamos a las fábricas nosotros supervisamos que allí se cumplan todas las normativas, por supuesto. Otro tema que hay que destacar es que en otros países existen diferentes realidades y, por ejemplo, nos podemos encontrar ante una normativa medioambiental más laxa; nosotros tampoco exigimos ir más allá de lo que cada país pide.
Las normativas medioambientales no deben de ser iguales en todos los países.
No, está claro. Para el tema medioambiental en Asia, por ejemplo, imponemos la normativa más restrictiva de aquella zona para todas las fábricas Custo del área. No hemos llegado a implantar la huella de carbono, que consiste en medir la contaminación de cada transportista. Somos bastante sensibles en este tema y Custo, concretamente, lo es. El respeto por el medio ambiente y no utilizar pieles de animales en las prendas de vestir son aspectos en los que se miran mucho.
¿Qué aspecto de la internacionalización a veces no se tiene en cuenta pero es importante para vosotros?
La internacionalización forma parte de nuestra forma de ser. Custo Barcelona no se entiende en un mercado únicamente local. De hecho, Custo cuando habla muchas veces usa la palabra mestizaje, le gusta mezclar cosas; de hecho, su producto es así. Además de tener un gran contenido en diseño gráfico, mezcla muchos tejidos, procesos de acabados diferentes, tintados... Todo eso le gusta mucho, su vocación es estar en todas partes.
¿La internacionalización y este mestizaje acaban reflejándose en el producto final?
Sí, ya lo creo. Si estamos en Perú o en la India, cogemos ideas de allá. Custo Dalmau siempre absorbe todas aquellas ideas de las diversas fábricas de todo el mundo, y esto acaba reflejándose en el producto final.
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