Anaïs Borràs es una creadora de contenido presente en Instagram y TikTok, que cuenta la actualidad con una base filosófica y con perspectiva de género. En el año 2024 recibió el premio a Mejor Creadora de Contenido Digital de Concienciación Social. Es graduada en Filosofía con mención en Ética y Filosofía política por la Universitat de Barcelona y actualmente es estudiante del grado de Comunicación con mención de Periodismo en la UOC. Asimismo, es periodista en la Directa y colabora con varios medios como RAC1 u Onada Feminista, además de formar parte del colectivo Pantube.
Creas contenido con perspectiva de género. ¿Por qué es importante mirar la realidad con este prisma?
Lamentablemente, vivimos muchas injusticias y desigualdades por el simple hecho de ser mujeres o ser personas feminizadas. Es imposible, casi inevitable, analizar la actualidad sin esta perspectiva de que casi todas las problemáticas que nos afectan están atravesadas por discriminaciones de género.
En el año 2024 recibiste el galardón a Mejor Creadora de Contenido Digital de Concienciación Social. ¿Qué ha supuesto para ti este reconocimiento?
Fue uno de los primeros reconocimientos que recibí por mi tarea como creadora de contenido, y me aportó seguridad y motivación para continuar creando contenido y para sentir que mi tarea llegaba a la gente y tenía un sentido más allá de estar en mi casa creando un contenido solo para mí. Sentí, de alguna manera, que el contenido podía ser recibido y valorado por otras personas. Fue una motivación personal muy importante.
Últimamente, en las redes, están aumentando mucho los discursos de extrema derecha. ¿Cómo se podría reconducir la situación para que los más jóvenes no se enganchen a los discursos populistas de estos partidos y qué papel tienen al respecto los creadores de contenido?
Lamentablemente, los discursos de odio están más presentes en las redes y las plataformas no los detienen. Estas no son neutrales, pertenecen a unos propietarios muy concretos, que tienen unas inclinaciones políticas determinadas favorables a los discursos de odio, por lo tanto, no los detienen. No creo que sea responsabilidad directa de los creadores de contenido detener los discursos de odio, puesto que transcienden.
Creo que es difícil hablar en términos de una batalla cultural y equitativa, porque la hegemonía o las plataformas facilitan estos discursos. Aun así, pienso que es importante estar en las redes defendiendo discursos que promuevan el respeto y la igualdad, y así, de alguna manera, poder aportar un poco de la otra perspectiva. Si bien no se podrá luchar en condiciones de igualdad con estos discursos, es importante que estén presentes y que haya diversidad.
“Es importante estar en las redes defendiendo discursos que promuevan el respeto y la igualdad”
Siempre has hecho contenido en catalán y en los últimos años está aumentando el número de creadores en lengua catalana. ¿En alguna propuesta de patrocinio te han puesto como condición hacerlo en castellano o en alguna lengua que no sea el catalán? ¿Has recibido críticas por hacer contenido en catalán?
Las críticas son inevitables, especialmente haciendo contenido en catalán. Por suerte, actualmente a mí no me afectan demasiado. Empecé a hacer contenido en catalán, pero el catalán no es ni siquiera mi lengua materna, y fue una decisión muy consciente porque consideraba que era importante la cultura en catalán y que hubiera contenido en las redes. Ha habido personas que han apoyado esta decisión y otras que no.
El hecho de crear contenido en catalán también me ha brindado muchas oportunidades. Mi contenido ha sido recibido por una comunidad de gente que sentía que hacía falta y que, por lo tanto, celebra el contenido en esta lengua y que me ha recibido con los brazos abiertos.
¿Cuál ha sido el vídeo que más repercusión ha tenido? ¿Y el que te ha gustado más hacer?
El que más repercusión ha tenido, en cuanto a visitas, fue la polémica en las redes con un vídeo en respuesta a unas declaraciones sobre la vivienda que hizo un creador de contenido. Este vídeo fue recibido muy positivamente, lo que me dio mucha esperanza, porque a veces en las redes se consumen unos contenidos no solo de discursos de odio, que también, sino unos contenidos desconectados totalmente de la actualidad.
Todos los reportajes que estoy haciendo para la Directa, el medio de comunicación donde trabajo, también están teniendo muy buena acogida y estoy muy contenta.
Si tuvieras que dar un mensaje a los jóvenes que en un futuro se quieren dedicar al mundo de la creación de contenido en catalán, ¿cuál sería?
Les diría que lo hagan, que creen contenido en las redes. Antes se consideraba que crear contenido era una cosa friqui, pero ahora mismo se ha superado este prejuicio y las redes son, por suerte, un canal más a nuestra disposición y que, en cierto modo, es accesible para todas.
Por lo tanto, a cualquier persona que tenga una necesidad como la mía de transmitir un mensaje, siempre con respeto, le diría que lo haga, que salga adelante. A mí me ha aportado muchas cosas y también puede ser su caso.
Empezaste a estudiar periodismo, pero lo tuviste que dejar por un tema de salud mental. ¿Cómo recuerdas esa etapa?
La recuerdo como una etapa dura. Entré en la carrera de periodismo con muchas expectativas porque nos generan toda esta narrativa de que será el mejor momento de tu vida y, con esta presión, es muy fácil que no salga bien. Esto es el que me pasó a mí, no salió bien, no procesé bien el cambio, pasé por un momento de ansiedad bastante importante y entonces decidí que no podía continuar así y que había que priorizar el hecho de estar bien antes de continuar con unos estudios que me generaban un proceso de angustia grave.
Después decidiste estudiar filosofía en la Universitat de Barcelona. ¿Qué te han aportado estos estudios?
Dejo periodismo en un momento, no solo de ansiedad, sino de crisis existencial completa. Entonces descubro la filosofía, empiezo a leer libros sobre filosofía y, de alguna manera, me salvan y me devuelven un cierto sentido y decido tirar en esa dirección, a pesar de que yo siempre había querido estudiar periodismo, pero la filosofía, en cierto modo, me estaba haciendo feliz y decidí estudiar el grado.
La filosofía me ha aportado una manera de ver y entender la vida, lo cual pienso que es muy importante para comunicar, que es lo que estoy estudiando ahora y a aquello que me estoy dedicando. Mucha gente puede pensar que no tiene nada que ver la filosofía con el periodismo y que, por lo tanto, no tiene nada que ver lo que he estudiado primero con lo que ahora estoy haciendo profesionalmente; yo lo considero todo lo contrario. Me ha aportado muchas herramientas para poder desarrollarlas con la comunicación.
¿Cuál es la rama de la filosofía que te interesa más?
Me especialicé en ética y política, y es lo que más me interesa, porque me gusta comunicar sobre cuestiones sociales y políticas. Por lo tanto, tengo la especialización perfecta para entender todas aquellas problemáticas sociales que, lamentablemente, son muchas y las puedo entender mediante esta formación en filosofía.
¿Por qué das el paso de estudiar comunicación en la UOC?
Cuando acabé filosofía, decidí que quería dedicarme al periodismo y reconecté con la voluntad que me había llevado a estudiar periodismo en un primer momento, pero que tuve que abandonar por un problema de salud mental. Volví a conectar con la necesidad de comunicar, entendiendo siempre la comunicación como vía de transformación social, y quería unos estudios que me permitieran aprender, por un lado, y por el otro, una titulación que me avalara profesionalmente para dedicarme al periodismo.
Entonces conseguí el trabajo en la Directa y me era imposible hacer compatible el trabajo con cualquier otra formación académica. Por lo tanto, la UOC no solo era la mejor opción para mí, sino que era la única.
Contacto de prensa
-
Anna Torres Garrote