15/5/25 · Educación

"A pesar de que los procedimientos de evaluación puedan variar, los principios de calidad son internacionales"

Nati Cabrera, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación y directora del máster universitario de Evaluación y Gestión de la Calidad en la Educación Superior de la UOC

Nati Cabrera

Nati Cabrera es directora del máster universitario de Evaluación y Gestión de la Calidad en la Educación Superior de la UOC

Nati Cabrera es profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación y directora del máster universitario de Evaluación y Gestión de la Calidad en la Educación Superior de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). En esta entrevista nos habla de la evolución de los criterios de calidad en la educación en línea, del nuevo modelo centrado en el estudiantado y de cómo la inteligencia artificial cambiará el rol de estudiantes y profesores y será una de las transformaciones educativas más revolucionarias de las últimas décadas.

¿Cómo definirías el panorama actual de la educación superior en línea y qué importancia tiene en la sociedad actual?

Para poder valorar la importancia que la educación en línea tiene actualmente, hay que mirar atrás y ver de dónde viene la educación a distancia. Los historiadores sitúan sus orígenes en el siglo xviii, con la formación por correspondencia. La característica fundamental de la educación a distancia era precisamente la separación entre el estudiante y el profesor. Y es justamente esta distancia la que sigue siendo objeto de investigación e innovación, con el objetivo de que no afecte negativamente al proceso de aprendizaje del estudiantado. Progresivamente, ha ido incorporando las nuevas tecnologías: la radio, el teléfono, la televisión, internet y, ahora, la inteligencia artificial generativa. Pero el objetivo continúa siendo el mismo: acercar el estudiante al profesor y aumentar su autonomía en el proceso de aprendizaje. Aquí, la educación en línea tiene un potencial enorme.

La pandemia de la COVID-19 marcó un antes y un después en la educación en línea.

Sí, hemos tomado conciencia de su potencial, tanto para los estudiantes como para los docentes, y, de rebote, ha propiciado que fuéramos más críticos o exigentes con la enseñanza presencial. El modelo de ir a clase, escuchar y tomar apuntes ha quedado obsoleto; los propios estudiantes han reaccionado en contra porque no lo consideran útil. Actualmente, la mayoría de los centros educativos ofrecen modelos híbridos con el objetivo de proporcionar más flexibilidad, adaptabilidad y, en definitiva, calidad. Se ha hecho patente el gran potencial que posee la educación en línea. 

¿Qué potencial tiene en un futuro?

La flexibilidad es la característica más importante de la educación en línea, puesto que permite ajustar el aprendizaje a las necesidades y preferencias de la persona. Hasta hace poco, estábamos acostumbrados a adaptarnos a la forma de enseñar del centro, que habitualmente era la misma para todo el mundo. El esfuerzo de adecuación recaía totalmente en el estudiante. La educación en línea tiene el potencial de poder promover la educación inclusiva y adaptarla a cada clase de estudiante. Si las instituciones tienen en cuenta estos factores, el potencial es inmenso. Es un tipo de educación que va e irá in crescendo.

¿Qué mecanismos existen para garantizar que la educación superior en línea sea de calidad?

Se han conseguido establecer unos marcos de calidad internacionales que son fruto del consenso y del diálogo de los diferentes actores de la educación en línea —universidades, agencias de calidad, etcétera. Inicialmente, los marcos de calidad eran muy locales. En los últimos tiempos, han evolucionado y son más amplios y transparentes, dado que nos encontramos en un contexto global y de movilidad internacional: las personas se mueven por diferentes países por motivos de trabajo y de estudios. Estos marcos nos ayudan a entendernos y consensúan unos estándares compartidos. Establecen qué queremos evaluar y mediante qué procedimientos. Es importante que el estudiantado pueda confiar en la calidad de la formación a escala internacional. A pesar de que los procedimientos de evaluación puedan variar, los principios de calidad son internacionales. Esto es fundamental.

¿Varían mucho los modelos de evaluación en los diferentes sistemas de educación superior? 

Durante el siglo xx habíamos asumido que la enseñanza universitaria era ya garantía de calidad por el simple hecho de impartirse en el contexto universitario, a pesar de que no siempre fuera así. En los años ochenta, con la masificación de las universidades, los países y las propias instituciones universitarias se empiezan a plantear que es necesario evaluar la calidad de las universidades, y que debe hacerse con unos principios consensuados. Entre los diversos sistemas educativos hay diferencias de concepto que son relevantes: por ejemplo, en Europa, se considera que la calidad es responsabilidad de cada universidad y las agencias que velan porque los marcos de calidad se apliquen correctamente tienen que ser organismos públicos, sin dependencias ni intereses económicos. En los Estados Unidos y en algunos países de América Latina no es exactamente así. Las agencias privadas de acreditación ejercen un papel destacado y los sellos que otorgan son apreciados por las universidades y la sociedad. El concepto de calidad de la educación es diferente y esto afecta a la forma cómo la evaluamos.

Hablemos ahora de los factores que definen la calidad del mundo universitario. ¿Cuáles son los pilares por los que se rige la calidad universitaria en la UOC?

Tanto la UOC como el resto de las universidades europeas se rigen por los estándares europeos que publica la ENQA, la Asociación Europea para el Aseguramiento de la Calidad en la Educación Superior. Es un marco sólido que funciona desde hace años y que ha influido en la calidad universitaria educativa de otras zonas, como LATAM o algunos países africanos. Este marco también es útil para fijar competencias para el mercado laboral. 

Hay algunos elementos que tradicionalmente se han considerado esenciales en un marco de calidad y que es necesario garantizar: la calidad del profesorado —su grado de conocimiento y perfil académico—, el perfil competencial de los programas, las competencias que se trabajan, la metodología de enseñanza y aprendizaje, los recursos que se invierten, el grado de internacionalización del programa, los resultados que se obtienen de ello y la capacidad para identificar e implementar mejoras, entre otros.

Actualmente, se ha dado un importante giro y se ha pasado a valorar la implicación del estudiantado en la definición y evaluación de la calidad. Hablamos de modelos inclusivos que tienen en cuenta la diversidad, que son personalizables, etc. En realidad, nos centramos en la experiencia del estudiante, desde el momento en que se informa de las opciones académicas hasta que se titula y se incorpora al mercado laboral.

La UOC superó el proceso de certificación del sistema de garantía interna de la calidad de la AQU en 2021, que tiene una vigencia de seis años. El año 2022 recibió la acreditación institucional del Consejo de Universidades, que comporta la acreditación de todos los títulos universitarios oficiales de nivel de grado y másteres por un periodo de seis años también. En esta web se puede encontrar más información sobre el sistema de garantía interna de la calidad de la UOC y el Mapa de procesos del Marco VSMA.

Las aplicaciones de inteligencia artificial (IA) como ChatGPT y otros programas están afectando a la educación y el aprendizaje. ¿Cuáles son las consecuencias de la irrupción de estas nuevas herramientas en el entorno educativo?

La IA generativa está transformando la forma de enseñar y de aprender, también en la educación en línea. Aspectos como la integridad académica y todo lo que tiene que ver con la evaluación del estudiantado nos preocupan, especialmente la evaluación del aprendizaje. Pero, a la hora de la verdad, no nos planteamos un verdadero cambio en cómo aprendemos y evaluamos el aprendizaje. Sin embargo, pienso que avanzaremos hacia otras maneras de enseñar y aprender, en las que no tendrá sentido preocuparse por cosas como el plagio.

La IA influirá —ya lo está haciendo— en los métodos de aprendizaje y la experiencia del estudiante y también en la tarea del profesorado y sus competencias docentes. Es un nuevo escenario que dibuja la IA y que replantea estos dos roles. Tenemos que estar abiertos a esta transformación, que será una de las más importantes de las últimas décadas.

¿En qué sentido hay que repensar la forma de hacer las cosas?

Creo que si la IA se está integrando en nuestras vidas, es necesario integrarla también en la educación. Las universidades deberían contribuir a que el estudiantado desarrolle las capacidades necesarias para hacer un buen uso de esta tecnología, es decir, que sea beneficiosa para su crecimiento, pero también ética, responsable, sostenible, respetuosa, crítica, inclusiva, etc. Hay una gran diferencia entre saber utilizar técnicamente la IA y saber hacer un buen uso de ella.

Por último, ¿cuáles son las principales competencias y las salidas profesionales que puede aportar este máster a los profesionales que lo cursen?

Este es un máster que da muchas herramientas para entender las claves de la educación superior y de la calidad tanto en el ámbito estatal como internacional. Es el único programa de la UOC que tiene la Mención de Acreditación en Excelencia, una certificación muy difícil de obtener, así que desde un punto de vista del perfil profesional, de las metodologías de aprendizaje y del profesorado que lo imparte, el nivel de calidad es muy elevado.

Cuando el estudiante finaliza el máster, es capaz de las políticas de educación superior, así como las diferentes perspectivas de la calidad educativa y su repercusión en los de educación superior. También sabe seleccionar y diseñar modelos de evaluación de la calidad para aplicarlos a diferentes contextos, y tiene habilidades para identificar el rol, las funciones y el ámbito de influencia de los organismos responsables de la calidad de la educación superior a escala local e internacional.

Entre las salidas profesionales, destacaría la de técnico o experto de calidad en agencias de calidad o en universidades y departamentos gubernamentales; coordinador de políticas educativas; director de programas y cursos; evaluador experto de programas, instituciones y políticas educativas; investigador en calidad de educación superior… El estudiantado podrá trabajar tanto en el ámbito local y estatal como en el internacional. De hecho, tenemos un elevado número de alumnos internacionales y en algunas ediciones hemos alcanzado hasta el 40 %.

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