Uso no sexista de la lengua

Aunque gramaticalmente el masculino, en español y en otras lenguas románicas, puede tener un uso no marcado y se puede referir a hombres y mujeres, existen diferentes estrategias alternativas para incluir y visibilizar ambos sexos.

Como norma general, por tanto, debe procurarse que haya simetría en los tratamientos de hombres y mujeres; así, debe decirse el señor gerente y la señora decana y no el señor gerente y la decana. Y también hay que procurar que los términos que se utilizan incluyan tanto a las mujeres como a los hombres; por lo tanto, es mejor utilizar la juventud que los jóvenes.

A continuación se presentan algunos recursos que pueden ser útiles para el tratamiento de las formas masculina y femenina. Son soluciones posibles que deben estudiarse para cada caso y que, sobre todo, no deben aplicarse mecánicamente: el uso de una forma u otra (por ejemplo, sustantivo genérico o sustantivo concreto, sustantivo precedido o no de artículo, etc.) puede cambiar el sentido o el matiz de la expresión. Además, debe tenerse en cuenta el contexto y el tipo de documento, dado que a veces el genérico masculino es la única forma adecuada.

  • Cuando se trata de personas determinadas, hay que dar visibilidad a mujeres y a hombres y, por tanto, nombrarlos con las formas dobles completas y separadas es mejor que presentarlos aglutinados en un masculino.

  • En publicaciones, bibliografía y lugares donde salen nombres de personas es conveniente desplegar el nombre en vez de limitarse a poner su inicial.

  • Debe distinguirse la denominación de las calificaciones (apto, no apto, aprobado, no presentado), que se designan con la forma masculina, de los adjetivos que se refieren a las personas que tienen esas calificaciones, que se flexionan según el sexo de la persona a la que hacen referencia.

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Las siguientes palabras pueden ayudarnos, en determinados contextos, a conseguir un uso no sexista del lenguaje:


Puede utilizarse... Para sustituir...
la adolescencia / las personas adolescentes los adolescentes
las personas mayores / las personas de edad avanzada / la vejez / la tercera edad los mayores / los viejos
la juventud / las personas jóvenes los jóvenes
las criaturas / la infancia / la niñez los niños
el estudiantado los estudiantes
el alumnado los alumnos
el profesorado / el personal docente los profesores
el personal de aviación / el personal de vuelo / los miembros de la tripulación los pilotos y las azafatas
el personal de limpieza las mujeres de la limpieza
el personal médico / el cuerpo médico
el personal de enfermería
el personal de la salud
los médicos
las enfermeras
los médicos y las enfermeras
las personas candidatas los candidatos
la persona encargada / la persona que se encarga el encargado
la persona / las personas / el ser humano / la humanidad el hombre
evolución humana / evolución de la humanidad evolución del hombre
los derechos humanos los derechos del hombre
el cuerpo humano el cuerpo del hombre
el pueblo andaluz / la gente andaluza los andaluces
la población de Irlanda los irlandeses
la población urbana el hombre urbano
la población inmigrante los inmigrantes y sus familias
el funcionariado / el cuerpo funcionarial los funcionarios
el vecindario los vecinos
el electorado los electores, los votantes

 

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Hacen referencia a la función, al organismo o a la unidad, a la titulación, etc., en lugar de la persona. Son útiles para los rótulos de los despachos y para encabezamientos y títulos de créditos (y evitan el uso de formas dobles).

Puede utilizarse... Para sustituir...
dirección de estudios director / directora de estudios
tutoría tutor(es) / tutora
consultoría consultor(es) / consultora
secretaría secretario / secretaria
consejo de redacción / redacción redactor(es) / redactora
consejo asesor / asesoría asesor(es) / asesora
coordinación coordinador(es) / coordinadora
colaboraciones colaborador(es) / colaboradora
notaría notario / notaria
ministerio ministro / ministra
traducción traductor(es) / traductora
distribuciones distribuidor / distribuidora


Otras soluciones, según el contexto, pueden ser:


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  • Es un recurso visibilizador que puede utilizarse cuando hay una intención manifiesta de visibilizar a las mujeres. En los ámbitos académicos y administrativos, esta intención se concreta sobre todo en las referencias a cargos o profesiones que pueden ocupar tanto una mujer como un hombre. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que es un recurso que alarga el texto y dificulta su lectura; por tanto, debe utilizarse con mucho cuidado, porque hace que el escrito resulte poco fluido si se abusa de él y, si solo se emplea de vez en cuando, no soluciona el problema. El estilo elegante del escrito no debe perderse.

  • Es útil en los encabezamientos de algunos escritos (circulares, cartas generales, etc.):

  • Debe alternarse el orden de aparición del femenino y el masculino en primer o segundo lugar. En textos largos no se recomienda el uso de formas dobles con barra, porque dificulta la redacción y entorpece la lectura. El uso de formas dobles abreviadas solo es adecuado en textos breves y esquemáticos (impresos, listas, tablas, gráficos, etc.) y cuando sea necesario por problemas de espacio:

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  • Eliminación del determinante delante del sustantivo, vigilando, eso sí, que el sentido de la frase no cambie:

  • Eliminación de la marca de sexo sin sustituirla por nada si se entiende por el contexto:

  • Cambio del determinante con marca de sexo por otro sin marca (cada, cualquier(a), alguien, nadie, la mayoría, una minoría, el resto, etc.):

  • Cambio de la redacción en la pronominalización y la forma verbal:

  • Utilización de la pasiva refleja:

  • Sustitución de los términos marcados de masculino-femenino por otros, recurso habitual en impresos y documentos para evitar duplicaciones:

  • Sustitución de una palabra determinada por un sinónimo que no cambie de género, pero hay que intentar que no cambie el significado:

  • Construcción de la frase de otra manera:

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En algunos escritos, sobre todo si son largos, no pueden utilizarse las formas dobles sistemáticamente sin que resulten pesados y dificultosos de leer; por ejemplo, cuando se trata de normativas en las que aparecen numerosos cargos. En estos casos deben valorarse los límites de este recurso; se puede optar como último recurso por escribir una nota previa o a pie de página con la aclaración de que la forma masculina es no marcada y, por tanto, se refiere a hombres y mujeres. Por ejemplo:


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La información de este apartado puede consultarse de forma sintetizada en el PDF interactivo 5 consejos para hacer un uso no sexista de la lengua.
 

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