12/1/17 · Estudios de Economía y Negocios

Crece la demanda de turismo gay con hijos

En la última década ha aumentado el interés y la oferta de vacaciones para personas del mismo sexo con hijos, el llamado «turismo familiar LGTB» (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales). Según Francesc González, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, los gays y lesbianas con niños a su cargo buscan «un espacio refugio ante ciertas miradas sociales que ven mal la presencia de familias de la comunidad LGTB». Ante esta demanda, en los últimos años ha crecido la oferta de cruceros especializados en estos viajeros y también las iniciativas de viajes en grupo en algún complejo turístico especializado en acoger esas familias, como por ejemplo en Ixtapa, México.
Foto: Flickr / <a href="https://www.flickr.com/photos/azuaje/" target="_blank">El Coleccionista de Instantes</a> (CC)

«Los turistas –añade González– buscan sobre todo un ambiente propicio para hacer amistades con otras parejas y familias y donde desarrollar actividades de forma normalizada». La mayoría de las ofertas de vacaciones para parejas del mismo sexo con hijos toman la forma de cruceros especializados. A pesar de su crecimiento, estas iniciativas todavía son poco conocidas dentro de una oferta, la de turismo para gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, que, según datos aportados por FITUR, mueve más del 10 % del volumen de turistas en el ámbito mundial y concentra el 15 % del gasto turístico total.

Lluís Garay, también profesor de los Estudios de Economía y Empresa y director del máster de RSC de la UOC, añade: «Cataluña es un destino que ha estado, en general, bien posicionada para atraer esta demanda, pues el Estado español fue pionero en la normalización de las relaciones de este grupo de personas, especialmente con la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo». En España, destinos como Barcelona, Maspalomas (en Canarias), Torremolinos, Ibiza, Sitges y Benidorm son lugares referentes para el turismo LGTB.


En busca de una experiencia

La oferta de turismo familiar gay se enmarca en la tendencia a la innovación de este sector de la economía, que lanza productos muy específicos para públicos nuevos con la voluntad de mantener su posición de liderazgo. Junto con la oferta de sol y playa, se generan productos vinculados con la salud, las compras o la experiencia gastronómica, entre otras; iniciativas sobre las que se debatirá en la Feria Internacional del Turismo (FITUR), que celebrará del 18 al 22 de enero en Madrid.

El turismo, según datos de la asociación para la excelencia turística Exceltur, aportó 124.000 millones de euros a la economía española durante el año 2015 y todavía sigue siendo el sector que más crece y que más trabajo genera. Para mantener esta posición líder, los expertos coinciden en señalar la necesidad de innovar. «Cataluña y España siempre han estado orientadas al sol y la playa. Ahora la innovación tiende a mejorar la experiencia, a acompañar la estancia turística de una cierta narrativa», destaca Pablo Díaz, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC.

González señala como factores que explican la aparición de estos nuevos productos turísticos la voluntad de diferenciarse de los competidores o la captación de nuevos segmentos de mercado. «En la actualidad –añade González– la tendencia es generar recuerdos duraderos y obtener un aprendizaje a partir de las experiencias de turismo». Por su parte, Garay destaca la tendencia de mezclar productos turísticos maduros y tradicionales, como por ejemplo el sol y la playa, con otros más específicos, como el turismo náutico, de compras o el enoturismo. Todo ello, señala el experto, con el objetivo de «aumentar la estancia de los visitantes, su gasto o desestacionalizar la actividad».


Salud para todos los bolsillos

Entre los nuevos productos, destaca el turismo de salud. Los expertos coinciden en señalar el buen momento que vive, con el aumento de ofertas de talasoterapia, hoteles con balneario (spa) y centros de bienestar integral (wellness) y otras iniciativas similares. Caldes de Montbui, Caldes de Malavella, la Garriga y Caldes d'Estrac son algunos de los destinos catalanes más destacados en un tipo de turismo que, como apunta Garay, cada vez atrae a un público más diverso: «Si el perfil antes se relacionaba indefectiblemente con el de la gente mayor y con el turismo social, hoy en día se ha extendido para cubrir todo tipo de edades y presupuestos».

En cuanto al ámbito internacional, González destaca que los principales destinos son México, la India, Tailandia, Brasil, Singapur, Malasia, Estados Unidos, Turquía y Hungría. «En México, especialmente en las zonas fronterizas con EE. UU., se realizan tratamientos y cirugía para perder peso con un coste hasta un 70 % más barato que en Estados Unidos, aprovechando un importante mercado existente de gente obesa procedente de este país», señala González.


El enoturismo y el turismo de compras, poco consolidados

Un tipo de turismo en el que estos expertos coinciden en señalar que Cataluña y España aún no están bien posicionadas es el turismo de compras. París, Londres o Roma, con sus arterias especializadas en el comercio de lujo, sacan todavía bastante ventaja a Barcelona o Madrid en un tipo de turismo demandado sobre todo por los nuevos ricos chinos, los rusos más adinerados o las clases más altas de Arabia Saudí. «Habría que hacer campañas en estos países para atraer a estos turistas, al mismo tiempo que se genera una mejor oferta», apunta Pablo Díaz. Por su parte, González señala como factores que determinarán el éxito del turismo de compras «tiendas que combinen marcas internacionales con productos genuinos» o «elementos de confort como por ejemplo la seguridad a la calle o hablar idiomas».

El enoturismo es un tipo de oferta que, según los expertos, está creciendo bastante, pero que todavía tiene que mejorar para consolidarse. «El vino es gastronomía, pero también es cultura, paisaje e incluso alma de muchos territorios de nuestro país», señala Lluís Garay. González explica que «los productos de enoturismo se articulan en torno a la visita a la bodega y la cata de vinos, pero también pueden organizarse de forma complementaria a partir de otros atractivos y elementos».

González añade que el perfil del enoturista es bastante variado y que los destinos más destacados son el Priorat, el Montsant y el Penedès, con «capacidad para atraer flujos de turistas internacionales interesados por el vino que se produce en las principales DO catalanas». Por su parte, Díaz señala que España también «está bien posicionada en este tipo de turismo, cuya oferta va aumentando».


Turistas con conciencia

El sector turístico, además de innovar con nuevos productos, cada vez tiene más interés por que su actividad sea responsable. El turismo responsable, como señala Francesc González, consiste en «desarrollar prácticas que no sean agresivas con el medio ambiente ni el paisaje de los lugares que se visitan y que deriven el beneficio del gasto de los turistas directamente hacia las comunidades anfitrionas». El experto de la UOC subraya el carácter de experiencia que buscan las personas que se sienten atraídas por el turismo responsable; agrega que ambicionan «aprender de las personas y los lugares que se visitan» y también «sensibilizarse de los problemas existentes en los lugares visitados».

Por su parte, Garay sitúa así el inicio del turismo responsable: «Nace, en gran medida, como una respuesta al agotamiento del modelo tradicional del turismo y parte de paradigmas como el de la sostenibilidad». Asegura, sin embargo, que aún no existen «destinos realmente responsables» y advierte del fenómeno del greenwashing, es decir, «venderse como verde, sostenible o responsable cuando todavía se está lejos de serlo». Por último, Garay comenta que sería interesante reflexionar sobre si lo más responsable no sería cierto decrecimiento de algunos productos turísticos en determinados destinos.

Expertos UOC

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