7/9/16 · Estudios de Economía y Negocios

Crece la neofilia: la obsesión por comprar lo último en tecnología

Apple presenta este miércoles su nuevo producto, el iPhone 7. Para muchas personas este es uno de los acontecimientos del año. Como ya es habitual con cada nuevo lanzamiento, largas colas de gente en todo el mundo esperarán horas o incluso días ante las puertas de las tiendas de la compañía para ser los primeros en comprar el nuevo teléfono. Con el anterior modelo se batieron récords de vendas. Solo durante el primer fin de semana se superaron los 13 millones de unidades vendidas. Entre los que son capaces de esperar horas y horas, están los neófilos tecnológicos, individuos obsesionados por «comprar lo más nuevo». Para las marcas este tipo de compradores es un blanco perfecto y un barómetro para medir el éxito o el fracaso de su producto.
Foto: Flickr / Newtown grafitti (CC)

Foto: Flickr / Newtown grafitti (CC)

«Los neófilos tienen una obsesión enfermiza de hacerse con lo que es nuevo, aunque el producto se encuentre en una fase inicial de desarrollo y no sea fiable», explica Neus Soler, profesora de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). «Son compradores muy fidelizados con la marca que padecen una necesidad constante de cambio».

Según Soler, adoptan con rapidez los nuevos productos y producen revuelo mediático porque monitorizan los ciclos de lanzamiento de los nuevos modelos. En realidad, obligan a las marcas a lanzar nuevos aparatos o aportar mejoras constantes para tener experiencias nuevas. Forman parte de los denominados «buscadores de novedades» o «compradores tempranos» (early adopters) y representan el 16% de los compradores.


Neófilo convencido, éxito asegurado

«Son líderes de opinión, prescriptores tecnológicos, con un espíritu muy crítico que además comparten públicamente, lo que marca el éxito del producto», afirma Soler. Su opinión también se tiene muy en cuenta en las empresas: sirven de probadores, proveen de feedback y hacen sugerencias para mejorar el producto. Según la consultora ACNielsen, identificar este grupo es un factor clave para la supervivencia de un nuevo producto.

«Su poder de convicción es tan grande que son capaces de convencer a otros tipos de compradores: los que priorizan la robustez, la calidad y la fiabilidad del producto», explica Soler. Se concentran en dos grandes grupos: los «compradores posteriores», que prefieren adquirir el producto pasado un cierto tiempo, y la «mayoría tardía», clientes con un carácter más conservador y mucha aversión al riesgo, que pospondrán la compra hasta estar completamente seguros de la fiabilidad del producto. Ambos grupos suponen el 68 % del mercado.

Definición del consumidor «neófilo»

Acostumbran a ser hombres y tienen un nivel socioeconómico alto. «Todos los neófilos son compradores tempranos, pero no todos los early adopters son neófilos», matiza la experta. Algunas de las características que identifican al neófilo tecnológico son las siguientes:

  • Prueba el producto y discute sus calidades; suele participar activamente en foros de opinión de marcas y nuevos modelos.
  • Consume productos que le aportan una ventaja social o económica en relación con los otros consumidores. Busca diferenciarse mediante el consumo y alimentar su prestigio social.
  • Tiene interés en postularse como iniciador de tendencias.
  • Acepta pagar más por ser el primero; es capaz de pagar un precio más elevado para tener el producto antes.

Los neófílos no saben lo que es tener un aparato obsoleto. Pero ¿qué los lleva a esta necesidad de cambio? «El marketing influye en la decisión de compra del consumidor y, al mismo tiempo, le genera nuevas necesidades cuando utiliza los productos». El consumo aporta «prestigio social» y, por lo tanto, el consumidor exige que las marcas lo cubran.

Expertos UOC

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