18/12/25 · Entrevista

«Es importante devolver parte de lo que la universidad te ha dado, pero también hay que seguir aprendiendo y compartiendo experiencias»

Núria Oltra y Alejandra Panighi, delegadas del chapter UOC Alumni de Bruselas

Núria Oltra, asistente de recursos humanos en la Comisión Europea, es graduada por la UOC, premio al mejor expediente del máster universitario de Dirección y Gestión de Recursos Humanos, y profesora colaboradora de la UOC. Lidera el nuevo chapter UOC Alumni de Bruselas, que se constituyó en febrero de 2025. 

Alejandra Panighi, periodista, máster en Sociedad de la Información y el Conocimiento por la UOC, y subdelegada del chapter UOC Alumni de Bruselas, es responsable de estrategia con las instituciones europeas. 

- ¿Cómo os definiríais? 

A. Soy una mujer madre, profesional, un poco trotamundos, que ha intentado aprovechar las oportunidades que ha encontrado y ha incorporado vivencias que la han ido cambiando y enriqueciendo. La vida me ha llevado por caminos inimaginables y he ido sumando diferentes capas que han ido alterando mi personalidad. Soy como un poliedro que intenta no tener aristas. 

N. Soy bastante polifacética. En mí tienes mil vidas al mismo tiempo. La de madre es una de las más importantes, pero también está la vertiente profesional. Vine a Bruselas por amor: cambié de vida, de trabajo y de perfil profesional. 

- ¿Cómo es la experiencia de vivir en Bruselas?

N. Hace siete años que vivo en Bruselas, una ciudad con una dualidad muy marcada. Por un lado, está la conocida "EU Bubble", el entorno institucional europeo en el que muchas personas nos movemos profesionalmente. Por el otro, está la vida cotidiana de la ciudad, con sus barrios y su gente, y con una realidad local que a menudo se queda al margen. A veces estás tan inmersa en la dinámica europea que desconoces cuestiones tan básicas como quién es el alcalde o qué pasa en el entorno más próximo. Sin embargo, siento que me he integrado bastante bien. 

A. Las personas que vivimos en Bélgica y trabajamos conectadas a las instituciones europeas vivimos dos realidades, y esto es diferente cuando te instalas en cualquier otro país. Por un lado, vivimos en un país marcado por sus particularidades (sus fiestas, lenguas, rasgos culturales, etc.), como si viviéramos en Berlín o Copenhague. Por el otro, aquí sumamos la experiencia de vivir y trabajar en un universo único, formado por miles de personas de otras nacionalidades que incluso podrían no integrarse nunca en Bélgica y seguir viviendo y funcionando exclusivamente dentro de la burbuja de la Unión Europea. 

N. Aquí estás imbuida por la política europea, y todo el mundo lo tiene absolutamente incorporado.

A. Reconozco que esta dualidad es interesante. A la sociedad belga se le suman miles de personas que se instalan aquí solo porque pertenecen a instituciones europeas o internacionales. Algunos se integran en el país y algunos no lo hacen, pero todos alteran la economía y la vida cotidiana de las ciudades. 

- ¿Qué os llevó hasta Bruselas? 

N. El amor. Antes era profesora de catalán y ahora soy asistente de recursos humanos en la Comisión Europea. Trabajaba en París, hasta que destinaron a mi pareja a Bruselas. Aquí tenía la intención de seguir con la docencia, pero el Plan Bolonia no me convalidaba el máster de enseñanza y no quería volver a estudiar lo mismo. Empecé a trabajar en la Representación Permanente de España ante la Unión Europea, y me di cuenta de que estudiar el máster universitario de Dirección y Gestión de Recursos Humanos en la UOC podía ser una buena opción para cambiar de ámbito. 

- ¿Cómo valoras este giro profesional? 

N. Lo valoro muy positivamente, porque me encantan los recursos humanos. Me gusta trabajar con personas, entender sus necesidades y ayudarlas a crecer dentro de la organización. Me motiva crear un buen ambiente laboral y contribuir al bienestar de los equipos, y también creo que es interesante combinar la gestión de personas con la estrategia empresarial. Me siento realizada por el hecho de tener un impacto positivo en la vida profesional de los demás. Además, recibí el premio al mejor expediente del máster, lo que reafirma mi compromiso y entusiasmo. Asimismo, me atrae especialmente la versatilidad de este ámbito: si volviera a cambiar de país, podría seguir desarrollándome en este campo, tanto en el ámbito público como en el privado.

- ¿Qué motivó tu reorientación profesional, Alejandra?

A. Durante muchos años fui periodista. Viajaba a los lugares de actualidad y tenía una maleta de invierno y una de verano, siempre a punto para irme. Incluso cuando me casé y nació mi hija no me preocupaba mucho por el hecho de ir siempre de un lado para otro. Además, mi marido entonces era jefe de producción de informativos en TV3, y entendía perfectamente este espíritu de ir detrás de la noticia. 

- ¿Cuándo cambió? 

A. Una vez que estaba en China haciendo un reportaje. Recibí un SMS de mi marido diciéndome que nuestra hija tenía un poco de fiebre y me trastocó. Buscaba conectividad desesperadamente para saber si mejoraba o no. Mi giro profesional estuvo más condicionado por la maternidad que por el cambio de país, aunque esto también ayudó bastante.

- ¿Y por qué Bruselas?

A. A mi marido le propusieron trasladarse aquí para abrir la oficina de Mediapro. En teoría, era para dos o tres años, pero nos hemos quedado. Nos gusta vivir aquí. Yo descubrí el universo de los fondos de innovación, que es complejo y rico, y me siento muy cómoda trabajando en este ámbito. Tener diferentes nacionalidades e intereses, mezclar la política y la innovación… Todo esto me encaja perfectamente. Además, necesitaba un trabajo que no implicara viajar constantemente. Así es como me reinventé. 

 

“"Hay muchos motivos para formar parte del chapter UOC Alumni de Bruselas, desde seguir conectada con la universidad hasta conocer a otros alumnis, hablar catalán o coincidir con profesionales de muchos ámbitos"”

- ¿Por qué seguís vinculadas a la UOC tras finalizar vuestros estudios?

A. Existen momentos para dar y recibir. Yo he recibido muchísimas cosas. Tengo 58 años y tengo la sensación de que me toca colaborar, revertir, dar a la universidad un poco de lo que recibí. Hay muchos motivos para formar parte del chapter UOC Alumni, desde seguir conectada con la universidad hasta conocer a otros alumnis, hablar catalán o coincidir con profesionales de muchos ámbitos. 

- ¿Cuál es el valor y la función del chapter?

N. Para mí, el valor del chapter UOC Alumni es mantener el vínculo con la universidad y con su comunidad profesional. Como profesora de la UOC, creo que es importante devolver parte de lo que la universidad te ha dado, pero también seguir aprendiendo y compartiendo experiencias. Más allá de si tienes trabajo o no, lo que cuenta es estar activo, crear red y contribuir a la comunidad. Cuando me propusieron formar parte de esta iniciativa, me sentí identificada enseguida. Me hace mucha ilusión participar en el chapter, y también considero fundamental que las mujeres tengamos una presencia activa y visible en él.

A. También siento cierta responsabilidad. La educación no es una tontería: los títulos académicos necesitan instituciones sólidas con propuestas serias, y sospecho que se está haciendo un negocio brutal con la educación, puesto que aparecen instituciones educativas como setas. 

- ¿Qué hacéis en el chapter?

N. Una de las funciones del chapter UOC Alumni es conectar a las personas. El objetivo es organizar cada año un par de conferencias más o menos formales y diferentes encuentros informales para conocernos, hablar, etc. Lo que cada uno puede esperar del chapter UOC Alumni puede ser muy diferente. Queremos conocer a nuestros compañeros, saber qué quieren y a partir de ahí adaptarnos y darles respuesta. Queremos lograr sus expectativas, conscientes de que son personas muy diferentes tanto en relación con la edad como desde el punto de vista de sus orígenes o bagajes profesionales y personales. Si alguien quiere contactar con nosotros, puede hacerlo a través de LinkedIn. También tenemos un grupo de WhatsApp más informal, donde escribimos si queremos ir a tomar algo después del trabajo o ir a ver el Barça. Estamos en el inicio del chapter: se creó en febrero de 2025. 

A. El hecho de trabajar en la capital de Europa nos permite hablar con los decision makers y conocer la regulación con antelación, los desafíos de la universidad o los obstáculos a los que se enfrenta. Antes de legislar, los funcionarios públicos tienen que escuchar a los afectados. Por este motivo, hay miles de lobistas, y algunos forman parte del chapter. Todo está interconectado. Es una oportunidad para aprender de lo que hacemos los alumnis, aunque no formemos parte del mismo ámbito profesional. 

- ¿Cómo desconectáis? 

N. Sobre todo a través de las relaciones sociales y los pequeños momentos del día a día. A pesar de tener una jornada laboral completa, valoramos mucho el tiempo de calidad fuera del trabajo. Nos rodeamos de amigos de diferentes entornos —de orígenes distintos, y también de la guardería de nuestro hijo—, lo que nos aporta perspectivas diferentes y nos ayuda a salir del ritmo del día a día. Compartir ratos con ellos nos hace sentir presentes y conectados con lo que realmente importa.

A. Toda mi vida está atravesada por la actualidad y por los cambios políticos y económicos. Por lo tanto, puedo desconectar, pero siempre estoy conectada. Me nutre y me interesa la política internacional, de forma que esta parte de mí no desconecta nunca. 

- ¿Tenéis aficiones que os ayuden a desconectar? 

A. Devoro libros: leo tres o cuatro al mes. El deporte también me ayuda bastante, y también los amigos y la vida social. Es una ciudad donde no está mal visto que desconectes en ciertos momentos. Los miércoles los niños salen del colegio a las doce del mediodía, de modo que los padres, las madres o los abuelos tienen que parar: es sagrado.

- ¿Algún descubrimiento que hayáis hecho últimamente?

A. Septología, de John Fosse. Son unas 600 páginas sin ningún punto. El autor escribe como piensa. Es agotador y todo un desafío. 

N. Recientemente, he profundizado en la obra de Marga Sánchez Romero, una arqueóloga y escritora que me inspira mucho por su mirada feminista sobre la historia. En 2022 publicó Prehistoria de mujeres, un libro que me ha hecho reflexionar profundamente sobre la forma como las mujeres han sido silenciadas y borradas del relato histórico. Y el año pasado escribió un libro infantil, Pre(historias). Cuentos de mujeres que forjaron el mundo (Editorial Destino, 2024), que leo con mi hijo. Creo que es esencial transmitir estos referentes desde pequeños y contribuir a una educación más igualitaria y consciente.

A. Tengo un descubrimiento más cotidiano. Mi hija cumple dieciocho años y se va a estudiar a Estados Unidos. He descubierto que, por más que siempre la haya animado a aprovechar las oportunidades, su marcha es dolorosa. Me sorprende el hecho de pensar que nunca están suficientemente preparados para irse, pero darte cuenta de que realmente quien no lo está eres tú. Hará todo lo que le he enseñado, y seguirá su camino siendo independiente: se va de casa.