13/12/16

Los nativos digitales, los más vulnerables a los juegos de azar en línea

El juego en línea gana adeptos año tras año en España. Las nuevas tecnologías han contribuido a ese auge y los jóvenes, según los expertos, se convierten en la población diana de la publicidad de los operadores de juego. Su fácil acceso a las TIC a edades cada vez más tempranas los predispone también a desarrollar patologías relacionadas con el juego mucho antes. Hablamos con el profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC José Ramon Ubieto, que nos explica algunas claves para entender este fenómeno.
Foto: Flickr / Anlopelope (CC)

Foto: Flickr / Anlopelope (CC)

Varón de entre 26 y 45 años que se gasta, de media, 322 euros principalmente en apuestas deportivas. Es el perfil mayoritario del jugador en línea, una tipología de juego de azar claramente al alza en España según el último análisis publicado por la Dirección General de Ordenación del Juego. Durante el año 2015 participaron en estos juegos, al menos una vez, más de 985.000 personas, un 19,6 % más que en el año anterior, y las cantidades jugadas superaron los 8.500 millones de euros, un 30 % más que en 2014. Cifras realmente mareantes para un negocio que, año tras año, va ganando adeptos en España. Cada mes aparecen 40.645 jugadores nuevos.

Los jóvenes, por su fácil manejo de las nuevas tecnologías, se convierten, según los expertos, en «el principal cebo» para una modalidad de juego que se publicita a diestro y siniestro en sus principales canales de consumo, como la televisión, la radio, la prensa, las redes sociales o incluso en las camisetas de los ídolos deportivos. El psicólogo y profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC José Ramon Ubieto atribuye la vulnerabilidad de los jóvenes a estos juegos de azar a varios motivos, como «la accesibilidad, ya que pueden jugar las veinticuatro horas del día y desde cualquier dispositivo; la inmediatez, la posibilidad que les ofrece la red de apostar pocas sumas de dinero, el anonimato y la publicidad constante» a la que son sometidos.


Las tragaperras concentran las consultas de unidades especializadas

¿Esa constante exposición al juego y las nuevas tecnologías implica, sin embargo, que el joven acabe desarrollando antes ludopatía? Ubieto explica que aproximadamente el 90 % de las consultas de las unidades de ludopatía están relacionadas con el uso de las máquinas tragaperras y que solo el 10 % tienen relación con el juego en línea. «El consumo de los jóvenes no implica necesariamente ludopatía; en realidad, solo una pequeña parte acabará teniendo el problema», explica.

Pero el fácil acceso de los jóvenes a las nuevas tecnologías desde edades muy tempranas sí predispone a que puedan desarrollar conductas de riesgo mucho antes. Un estudio elaborado por investigadores del grupo de investigación en psiquiatría y salud mental del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) demuestra que el juego patológico está asociado a la edad del paciente. Así, el estudio asocia los jóvenes con una edad más precoz a una mayor severidad de la conducta. Una situación, constata el estudio, motivada por el auge del juego en internet.


La falsa percepción de que las apuestas no son adictivas

La todavía escasa cifra de personas enganchadas a los juegos en línea que son atendidas en las unidades de ludopatía puede guardar relación también con la percepción que la población tiene del juego. Según un estudio sobre prevalencia, comportamiento y características de los usuarios de juegos de azar de España, el 76 % de la población considera como adictivas las máquinas tragaperras; un 49,5 % también considera el bingo un juego adictivo; un 47,1 %, el casino, y solo un 22,7 %, el póquer en línea. El estudio no dice nada sobre las apuestas deportivas, el juego más demandado por los jugadores en el último año. Ubieto argumenta la falsa asociación de ideas que hace la sociedad en general con esta tipología de juego al identificar deporte de alto rendimiento con éxito personal y social. En otras palabras, se vincula este tipo de juego al éxito y no a la degradación, como ocurre con otras adicciones como el alcoholismo o la drogadicción. «Los jóvenes asumen esa asociación», explica.

Según Ubieto, no solo existe «una clara relación» entre el acceso a nuevas tecnologías y el aumento del juego en línea, sino también con otros consumos que ofrece la red. Un informe de la ONU del año 2015 alerta de que el sector de población que mayor consumo de pornografía en línea hace en todo el mundo es el de los adolescentes y jóvenes de entre 12 y 17 años.


Señales de alerta y factores para acabar enganchado al juego

Para el psicólogo clínico y profesor de la UOC, es la suma de varias conductas la que puede hacer sospechar que un jugador sufre una patología. Ubieto enumera «la preocupación constante y excesiva por el dinero, las mentiras sobre el uso de internet y la procedencia del dinero y los cambios constantes de humor. Cuando ganan están eufóricos, pero al día siguiente pueden perder y sentirse irados, depresivos o coléricos», explica el profesor, que añade la «práctica regular» como otro argumento que puede hacer sospechar a las personas que conviven con una persona adicta al juego. En el caso de los más jóvenes, los padres pueden sospechar que su hijo está enganchado si detectan una bajada del rendimiento académico. «El juego les absorbe toda su energía e intereses», explica el experto de la UOC.

El deseo de autonomía de los jóvenes y de no depender económicamente de los padres y la necesidad de experimentar nuevas sensaciones son dos de los factores que pueden contribuir a que el joven acabe enganchado a internet. Ubieto remarca también la «popularidad» del joven que gana dinero. «Si tiene dinero, puede cambiar de móvil, comprarse ropa, invitar a sus amigos…, y eso le da mucha popularidad», concluye.

Expertos UOC

Contacto de prensa

También te puede interesar

Más leídos