19/1/23 · Investigación

«Los estudiantes ya están instando a las universidades a ser más sostenibles»

Martha Burkle participó en la mesa redonda sobre estudios de caso en el marco del seminario "El futuro de las universidades sostenibles" del Proyecto ONE, en el que la UOC está implicada. (Foto: Martha Burkle)

Martha Burkle participó en la mesa redonda sobre estudios de caso en el marco del seminario "El futuro de las universidades sostenibles" del Proyecto ONE, en el que la UOC está implicada. (Foto: Martha Burkle)

Martha Burkle , subdirectora del programa de Evaluación y Análisis de la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona

 

El 7 de noviembre, Martha Burkle, subdirectora del programa de Evaluación y Análisis de la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona, participó en la mesa redonda sobre estudios de caso en el marco del seminario "El futuro de las universidades sostenibles" del Proyecto ONE, en el que la UOC está implicada. La doctora Burkle, profesora asociada de Medicina Familiar y Comunitaria, es experta en el uso de las tecnologías digitales para la innovación educativa, estrategias para la evaluación de profesores y estudiantes, y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación para el desarrollo sostenible. La Universidad de Arizona, fundada en 1885, en la actualidad cuenta con más de 45.000 estudiantes y más de 2.600 docentes. Imparte 580 programas académicos y entre los más reputados se encuentran los de Medicina, Dirección de Empresas o Ingeniería Aeroespacial.

 

El 7 de noviembre, Martha Burkle, subdirectora del programa de Evaluación y Análisis de la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona, participó en la mesa redonda sobre estudios de caso en el marco del seminario "El futuro de las universidades sostenibles" del Proyecto ONE, en el que la UOC está implicada. La doctora Burkle, profesora asociada de Medicina Familiar y Comunitaria, es experta en el uso de las tecnologías digitales para la innovación educativa, estrategias para la evaluación de profesores y estudiantes, y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación para el desarrollo sostenible. La Universidad de Arizona, fundada en 1885, en la actualidad cuenta con más de 45.000 estudiantes y más de 2.600 docentes. Imparte 580 programas académicos y entre los más reputados se encuentran los de Medicina, Dirección de Empresas o Ingeniería Aeroespacial.

En septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución 70/1 y la Agenda 2030: diecisiete objetivos para lograr una sociedad más justa y más sostenible. Gobiernos, empresas e instituciones sociales, todos son socios en esta sostenibilidad. En este acuerdo global, ¿qué responsabilidad específica tienen las universidades como instituciones para con la sociedad y el país al que pertenecen?

Considero que la universidad tiene tres responsabilidades en la promoción y aplicación de principios de sostenibilidad: sensibilizar a los estudiantes sobre este tema relevante, contribuir al desarrollo sostenible de las comunidades del entorno donde se encuentra la universidad —en el caso de mi propia institución, esas comunidades se encuentran en zonas rurales y fronterizas— y tener en cuenta los principios del desarrollo sostenible cuando se crea nueva infraestructura.

¿Y qué responsabilidad tienen ante los estudiantes, el profesorado y el personal administrativo? ¿La universidad es un ejemplo? ¿Un espejo? ¿Un mediador?

Las universidades son el centro de la producción de nuevos conocimientos, investigación aplicada y actividades relevantes para promover esta sensibilización/acción entre el personal y los estudiantes. Creo que el papel que desempeñan las universidades en relación con la sostenibilidad va más allá de ser un espejo o un ejemplo. Las universidades deben ser pioneras en cuanto a pensamiento y actuaciones sostenibles, y ser líderes en este sentido.

En su opinión y basándose en su propia experiencia, ¿cuáles son las principales características que una universidad debe tener para ser considerada sostenible? ¿Alguna universidad está cerca de conseguirlo? ¿De qué depende?

Una universidad sostenible es una universidad que impacta en la comunidad a la que pertenece (promoviendo un desarrollo económico local) a la vez que facilita la sostenibilidad en sus programas académicos y su investigación.

¿Quién es el responsable de que una universidad sea sostenible? ¿La propia institución? ¿El gobierno del país? ¿La comunidad educativa? ¿Qué función desempeña cada una de las partes implicadas en la consecución de esta sostenibilidad?

Considero que hay varias fuerzas que facilitan y promueven este objetivo: empezando por la propia universidad, pero también con la ayuda de políticas gubernamentales e incentivos. Por otra parte, los estudiantes ya están instando a las universidades a ser más sostenibles. Se hace evidente en el número de matrículas recibidas en los programas que tienen un enfoque sostenible (como Ingeniería Ambiental) y la creación de oficinas para apoyar proyectos sostenibles (como la Oficina de Sostenibilidad de la Universidad de Arizona).

Además de su papel político o filosófico, ¿qué medidas concretas pueden o deben tomar las universidades? ¿Incorporar esos objetivos en sus programas de estudio, fomentar la investigación y la transferencia de conocimiento en este campo? ¿Y quizás ser un ejemplo de sostenibilidad en el campus, en los edificios, en el consumo, etc.?

La sostenibilidad debería ser un tema que lo impregna todo, desde las políticas universitarias hasta el desarrollo de nuevos programas o el apoyo a las comunidades rurales o indígenas locales.

El Impact Ranking 2022, de Times Higher Education, mide qué universidades están más centradas en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible 2030. Siete de las diez universidades mejor clasificadas son de países anglófonos (Australia, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá). ¿Cree que este es un factor que influye?

Ser una universidad anglófona es un factor importante para ocupar un lugar en cualquier clasificación, porque la idea de calidad y clasificación se basa en principios originarios de Occidente. Y las Naciones Unidas también reflejan esos principios creados en Occidente. Podemos compararlo con las publicaciones, por ejemplo. Hay quien dice que, si no publicas en inglés, no existes. El inglés se ha convertido en un idioma internacional que regula las normas y los principios.

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