9/7/21 · Institucional

El proyecto Red Maze gana el Premio Rector Gabriel Ferraté

Foto: UOC

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Red Maze, una red tejida de personas (físicas y virtuales) para aliviar el sentimiento de soledad no deseada, es el proyecto ganador de la primera edición del Premio Rector Gabriel Ferraté. El galardón convoca a las comunidades universitarias de la UPC y la UOC para que aporten soluciones a retos sociales contemporáneos. Creado por un equipo multidisciplinar y mixto (estudiantes y antiguos alumnos de ambas universidades), contribuye a identificar y atenuar la soledad no deseada mediante una solución multiplataforma digital y analógica que promueve la ayuda mutua, la relación y la colaboración intergeneracional. La entrega del premio ha tenido lugar este viernes 9 de julio en un acto en el Ayuntamiento de Barcelona.

Clara Esteller (criminóloga especializada en ciberdelincuencia y estudiante del máster de Ciberdelincuencia de la UOC), Nuria Parra (médica vinculada al ámbito del envejecimiento saludable y estudiante de Comunicación y Filosofía de la UOC), Pepi Pedrero (pedagoga, antigua alumna de la UOC y voluntaria de Amics de la Gent Gran), Nuria Reyes (técnica de laboratorio y estudiante de Psicología de la UOC) y Nataly Velásquez (estudiante de Ingeniería Mecánica de la UPC y monitora de tiempo libre) se conocieron cuando se presentaron al premio, que tuvo cuatro fases en línea y contó con otras propuestas muy valiosas que hicieron difícil la decisión final del jurado. "A la hora de formalizarlo, compartimos propuestas y nos pareció buena idea fusionar las diferentes ideas en un proyecto común. El logo hace alusión al hilo rojo del destino y a la metáfora del minotauro, entendiendo el monstruo como la soledad y el laberinto como el aislamiento que uno puede sentir hasta encontrar la salida gracias al hilo, que representa a qué agarrarse", explica Esteller.

Cada una llegó con objetivos y caminos diferentes, pero con una idea clara: que la tecnología ayuda a aliviar el sentimiento de soledad. Para Clara Esteller, el premio "ha supuesto tanto una oportunidad como un reto para profundizar en la importancia de las redes, relaciones y vínculos sociales ante una sociedad cada vez más digital" y, para Nuria Parra, "una oportunidad para contribuir a ello". Nuria Reyes, voluntaria de la Fundación Salud y Comunidad en el empoderamiento para encontrar trabajo mediante herramientas digitales, cree que "puede extender esta utilidad de la tecnología a otros ámbitos sociales". Nataly Velásquez se acercó preocupada por la manera de socializar de la juventud, "capaces de expresar cómo se sienten pero, aun así, a la hora de decir lo que necesitan emocionalmente es más complicado, puesto que el mundo en el que vivimos es cada vez más material". Pepi Pedrero, por su profesión y vocación, conoce de cerca el problema de la soledad de la gente mayor. Por eso "quería aportar esta experiencia, para intentar ayudar a paliarla con la colaboración y el trabajo conjunto en red", intentando dar visibilidad a la entidad con la que colabora.

"Todas las iniciativas son pocas ante la necesidad ingente de aliviar la soledad tanto en la gente mayor como en personas de cualquier edad", dice Esteller para contextualizar que el suyo es un proyecto "ecléctico, de modo que se recopilan de intervenciones y recursos ya existentes, con un valor añadido que consideramos fundamental: el de la humanización de la tecnología como intervención biopsicosocial en la soledad no deseada multigeneracional. La tecnología tendría que ser un acelerador que permitiera establecer comunidades sociales reales, demostradas como factor protector de soledad, y acceder a los circuitos asistenciales clínicos y sociales existentes".

Pese a la oferta, Red Maze ofrece una solución para necesidades no cubiertas (la integración intergeneracional teniendo presente la brecha digital que puede afectar a determinados grupos sociales y de edad) con el diseño de un producto a propósito del reto, fundamentado en la evidencia científica y reforzado por una visión multidisciplinar de 360° del equipo (ámbitos tecnológico, social, sanitario), factible económica y tecnológicamente, y escalable. Como explica Esteller, somos diferentes porque "fomentamos la ayuda mutua y la colaboración entre participantes; ofrecemos la ayuda de mediadores tecnológicos, profesionales sociales y sanitarios, y voluntarios, y apostamos por la colaboración entre entidades con objetivos similares. A través de una misma plataforma, el usuario puede acceder a servicios que a estas alturas no siempre se encuentran aglutinados". Para todas ellas, es un éxito haber integrado diferentes perfiles tanto de la UOC como de la UPC y haber aportado visiones diferentes. De hecho, aseguran, "la soledad es una situación multicausal y su abordaje requiere intervenciones multidisciplinares. Si bien las intervenciones más estudiadas son las basadas en la compañía, estas no son las únicas".

Siguientes pasos

Quieren poner en práctica Red Maze, "puesto que no necesitamos muchos recursos físicos o materiales. Necesitamos el dominio web, así como las licencias de la aplicación", afirma Esteller, consciente de que "dotaciones como la del premio o ayudas que proporciona el Ayuntamiento a emprendedores nos serán de utilidad para sacar adelante el proyecto". Y añade: "Lo más importante del proyecto son las personas que lo hacen posible y, en una primera fase de la implementación, estamos trabajando en establecer alianzas con asociaciones, fundaciones y entidades sociales y clínicas que quieran participar como voluntarias ofreciendo sus servicios".

Pero, sobre todo, reconocimientos como el Premio Rector Gabriel Ferraté, con cuatro proyectos finalistas, "nos abren las puertas para que la gente sepa qué es Red Maze y para qué sirve. Así damos visibilidad a un tema muy difícil de hacer visible, que se ha normalizado y que en algunas franjas de edad cuesta más de expresar. Ojalá podamos llegar al máximo de usuarios posibles y que la gente conozca la plataforma".

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