Vicent Partal
Vilaweb es un proyecto que lleva ya trece años de existencia. Hace aproximadamente un año que pusieron en marcha su TV IP. ¿Qué es lo que toca ahora? ¿Cuál es el futuro?
Nosotros acabamos el proceso de consolidación tanto empresarial como de proyecto periodístico que a corto plazo tiene hitos muy inmediatos: libro de estilo publicado, pero todavía elaborando otros instrumentos, como por ejemplo una sección de rectificación... toda una serie de cosas relativas a potenciar todavía más el periodismo de calidad de Vilaweb. Empresarialmente estamos en un proceso de consolidación, hemos adquirido un nuevo edificio para construir una redacción nueva, que pensamos que será una redacción realmente diferente y un primer intento de una redacción de un medio estrictamente de internet, con unas características de flexibilidad y capacidad muy diferentes de las que tienen las redacciones habituales, y está previsto que el próximo verano nos traslademos... Nos encontramos en un momento de mucha consolidación interna, pero ahora de cara al futuro...
Nosotros nos hemos definido como un medio de comunicación. En la época de las .com nos peleábamos mucho para definirnos como un diario, no como una .com. En esta época los medios de comunicación, por una parte, tienen que reforzar su credibilidad y, por la otra, ofrecer productos en cualquier soporte, incluido el papel. En nuestro caso tenemos que consolidar la presencia en internet, apostar fuertemente por la TV IP, no la TV web sino la TV IP de veras, y un día u otro dar el paso de publicar el diario en papel. Eso cerraría el ciclo.
¿La apuesta por una TV IP en catalán, en un momento de convergencia tecnológica, no es un poco más de lo mismo cuando muchos medios ahora hacen vídeo?
Hay varios aspectos. Nosotros empezamos a hacer TV en febrero del 2006, estuvimos un año haciendo vídeo sin darle estructura formal de canal de TV, y en ese momento no había tanta gente que hiciera TV en línea y Youtube acababa de empezar. La presentación formal fue en enero del 2007 y ya hacía casi un año.
Más que de TV IP, yo hablaría de TV a la carta. La TV a la carta en internet no tengo ninguna duda de que en un horizonte próximo será la mayor revolución que han vivido nunca los medios de comunicación, y la TV tal como la entendemos ahora quedará prácticamente destrozada. En este esquema se producirá una situación que de algún modo, aunque con consecuencias más fuertes, recuerda el contexto del 96, cuando empezó. Habrá una explosión de ideas, de conceptos y proyectos y es muy importante tener ya un proyecto y ser persistente en lo que haces. Para nosotros es fundamental estar ya como posición estratégica; lo que sería grave es no estar. Cuando la TV IP gane potencia es importante que la masa de lectores de Vilaweb sepa que tiene una TV.
En las discusiones de internet nos perdemos mucho en el continente y no el contenido. Yo creo que lo importante no es hacer TV IP sino buena TV. Y en eso nosotros apostamos muy fuerte. Hay mucha gente que hace vídeos y todo eso, pero nosotros tenemos un equipo de profesionales destinados a hacer vídeos e intentamos ofrecer TV de calidad regularmente. La clave está aquí, no en si somos una TV más o IP o no. Algo que he aprendido en estos años es que el éxito de los productos no se basa en el soporte sino en la calidad. Tres personas trabajando día y noche para hacer TV IP es una apuesta empresarialmente muy grande para nosotros.
Últimamente, con acontecimientos como la Feria de Frankfurt, se habla mucho de la vitalidad del catalán. En la actualidad la presencia de la lengua catalana en internet es muy grande y contrasta con su uso en la calle. ¿Esta preponderancia en la red puede contribuir socialmente a la normalización lingüística?
Que el catalán ha sido un caso de éxito en la red hoy en día no lo discute nadie. Y menos ahora que se ha puesto en marcha el dominio .cat; nadie lo discute. No estaba claro que en el 95 el catalán fuera un caso de éxito. En aquella época la inmensa mayoría de las empresas, e incluso la Generalitat, apostaban por el castellano, con ideas como ir a conquistar América Latina y cosas realmente sorprendentes. Han sido la persistencia y el impulso de la propia red más el fracaso de las estrategias de América Latina lo que ha inclinado la balanza; eso, añadido al trabajo de muchísima gente, muy lento y muy callado durante años. Ahora ha estallado y todo el mundo dice que el catalán ha sido un caso de éxito en internet, pero eso no ha pasado porque sí; ha habido un trabajo muy serio allí detrás.
Es muy positivo por dos motivos. Uno porque pone de relieve que probablemente el problema que tenemos con el catalán no es tanto de demanda como de oferta. Si el catalán es un éxito en internet, ¿por qué no lo es en los videojuegos? Pues porque no hay oferta de videojuegos en catalán. ¿O por qué no hay canal satélite o Imagenio? Pues será por culpa de ellos, pero no porque no haya consumidores, lo cual acaba llevándonos al terreno de la política y el porqué se hacen o no se hacen las cosas. Yo pienso que el éxito del catalán en internet denuncia las actitudes contra el catalán en el resto de ámbitos. Denuncia que en otros terrenos las empresas no se comportan con normalidad con el catalán.
¿Es la sociedad civil, pues, quien potencia el uso de la lengua catalana en la red?
El éxito del catalán en internet manda un mensaje muy positivo. Mientras hay gente que intenta hacer creer y juega con esta idea que el catalán es la lengua del poder y nos la imponen desde el gobierno, en el caso de internet el éxito del catalán se asocia a innovación, a sociedad civil, a voluntad de progresar y, por lo tanto, manda un mensaje positivo sobre el futuro del catalán muy sano y muy bueno, uno de los más importantes que se han mandado prácticamente en la última década. En el proceso de normalización después del franquismo seguramente hay un primer bloque en la construcción de la autonomía, que es la escuela y TV3, y ahora, en un momento más difícil, ha nacido un nuevo pilar que se ajusta a los nuevos tiempos que se llama internet.
Muchos medios de información local se encuentran en una red donde las noticias que circulan son cada vez más globales y provienen de todo el mundo. ¿Cómo se compagina este volumen de la información de proximidad con noticias que no son tan próximas a la gente?
Para nosotros eso no es nunca una dicotomía. Nosotros hace tiempo que hacemos la broma de que somos un medio glocal o, para decirlo más seriamente, que somos un medio global que tiene una mirada local. A nosotros nos interesa lo que pasa en Birmania, pero visto con nuestros ojos, no los de Estados Unidos o China. Nosotros tanto rechazamos el localismo extremo, que no aporta nada, con el cierre absoluto en la propia realidad, monotemático y excesivo y que en un mundo globalizado no ayuda al lector a entender lo que pasa, como un tipo de cosmopolitismo que normalmente no es otra cosa que seguidismo de lo que hacen o desde Madrid o desde Nueva York. Es tan absurda una posición como la otra. En estos trece años hemos intentado plasmar todo eso en la realidad del diario. Al principio fueron importantes las ediciones locales porque el discurso que circulaba en aquella época era que internet tenía que ser una cosa exclusivamente global mientras que nosotros insistíamos que era una herramienta de proximidad, y el tiempo nos ha dado la razón. Hoy en día quizás nosotros estamos más preocupados por una cierta tendencia de la internet catalana a estar demasiado preocupada por el propio país y por eso reforzamos más la mirada global. Nosotros estamos convencidos de que hay un camino intermedio, que esta glocalidad es posible. Tenemos que participar en el mundo global, porque lo contrario es absurdo, buscando la mirada propia, que también sería absurdo no tenerla.
En un mundo que se considera cada vez más pequeño y en que con la globalización parece que los grandes se coman a los pequeños, ¿cómo se puede sobrevivir?
En el mundo de internet no es verdad que el pez grande se coma al pequeño. El pez rápido es el que se come al lento, pero el grande al pequeño no necesariamente. Hay muchas pruebas de eso, como es todo el proceso de la internet catalana. Aquí en Barcelona ha habido grandes empresas que se han gastado fortunas en operaciones que debían comerse el mundo de internet y han fracasado estrepitosamente. Pienso que en la sociedad nueva que vivimos es más importante la flexibilidad, la rapidez de reacción y todo eso que el monstruo financiero.
Y aquí Vilaweb ha corrido más...
Y aquí se ha demostrado nuestra táctica de correr más que los demás. Cuando nosotros empezamos a hacer TV IP Youtube no existe. En el momento que Youtube es un fenómeno, ponemos todos nuestros vídeos. La típica discusión con los compañeros de TV3 es que ellos se enfadan porque la gente va a Youtube en vez de ir a 3 a la carta. Nosotros colgamos los vídeos en Youtube, en el E-mule y en podcast; eso no nos tiene que preocupar, sino al contrario: es lo que es normal, es donde está la gente. Tener la capacidad de adaptarte y reaccionar rápido en lo que pasa es la clave del éxito en este mundo que vivimos; no lo es ser mayor. Eso, sumado a la persistencia de tener claro que tú tienes un proyecto y que sabes que mañana no lo conseguirás todo y que tienes que trabajar día tras día. Trece años para mí significan muchos días. A veces Vilaweb ha hecho mucho daño porque hay gente que piensa que puede hacer igual mañana mismo. Internet es realmente lenta y no puedes correr en este sentido y la gente tiene demasiada prisa.
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