30/10/14

«Dar feedback es parte del trabajo del profesor en entornos virtuales»

Phil Ice ,

¿Cómo definiría el feedback en un contexto educativo tanto tradicional como en línea?
Al hablar de feedback, en la universidad tradicional pensamos en lo que pasa en el aula, cuando el profesor interactúa con los estudiantes, les hace preguntas y, basándose en sus respuestas, les responde con más preguntas o sugiere nuevas maneras de enfocar el tema; o cuando les escribe comentarios sobre el trabajo en papel. En la enseñanza en línea, el propio proceso de aprendizaje cambia. El feedback es todavía más importante porque los estudiantes no reciben señales no verbales ni se benefician del cara a cara. Por eso el estudiante considera que ese feedback no hace referencia solo a los contenidos y los trabajos sino que también es un elemento social de sus experiencias con el profesor. Este aspecto social proporciona una base extrínseca que ayuda a mejorar la motivación intrínseca del alumno. En el mundo virtual, el feedback ha de ser frecuente, bien dirigido, relevante para el estudiante y lo más personalizado posible para ayudar a establecer el vínculo con el docente.
En el mundo en línea, ¿el feedback pasa por el correo electrónico?
Hace años empecé a trabajar dando feedback en audio. Los comentarios escritos, que pueden teclearse utilizando los comentarios de Word o Acrobat, a menudo son breves. Hoy, principalmente, nos comunicamos verbalmente por teléfono o mediante grabaciones de audio. Hacer los comentarios utilizando la voz es beneficioso: tu intención se entiende mejor y somos más descriptivos y usamos un lenguaje más rico cuando hablamos que cuando escribimos. Con algunos compañeros, también hemos experimentado en un planteamiento basado en Skype u otras herramientas de conferencia. La idea es que en el vídeo, el trabajo se muestre en pantalla. El profesor se graba mientras está leyéndolo o escuchándolo, y se puede ir parando para comentar los problemas o lo que está muy bien hecho. También das información corrigiendo, al cercar elementos, subrayarlos..., de modo que los estudiantes no solo ven el producto final sino todo el proceso. Por cierto, vemos una mejora cognitiva por parte de los estudiantes cuando reciben feedback en audio.
¿Qué significa que el feedback tiene que ser personalizado?
Una de las peores prácticas que he visto consistía en que algunos profesores tenían un documento Word con un conjunto de errores comunes. Lo copiaban y pegaban en todos los trabajos. Es como recibir una carta modelo en el buzón: no le prestas ninguna atención. No se tarda más tiempo activando una función de voz y grabando un comentario que copiándolo y pegándolo en un documento. Además, se ha demostrado que dar feedback en audio es más rápido que teclearlo. En el caso de proyectos colaborativos, también tenemos la opción de que el profesor se dirija a todo el grupo de forma conjunta.
¿Cuándo es bueno hacer los comentarios, mientras se desarrolla el trabajo o al finalizarlo?
Los estudiantes necesitan los dos tipos de feedback, tanto el formativo como el sumativo. Cuando un estudiante está desarrollando el trabajo, ayuda a guiarle, diagnosticar conceptos erróneos, dar ideas sobre recursos. Pero también es importante dar feedback cuando se termina el proyecto. La nota en forma de letra B no le dice nada al estudiante sobre lo que ha hecho bien o mal. Incluso para los que han hecho un trabajo excelente, sigue siendo importante orientarles y decir: «Me gusta mucho esto».
¿A qué dificultades se enfrenta un profesor para dar feedback en el contexto virtual?
Durante muchos años la tecnología fue un problema porque, a veces, hasta la más simple no funcionaba. Ahora es cada vez más fácil de usar: lo que antes eran barreras técnicas ahora ya no lo son tanto. Hoy destacaría uno interesante. De vez en cuando te encuentras un profesor que quiere entrar en el foro de debate y comentarlo todo. Hay que encontrar un equilibrio entre catalizar la conversación y asegurarse de que los estudiantes piensen a otro nivel, y el ser tan excesivo que los estudiantes no quieran participar porque tú ya lo dices todo. También es importante ser conscientes de que hay muchos matices en el modo en el que hablamos y en el lenguaje. No se tienen que medir todas las palabras, y los comentarios no deben parecer ensayados, pero hay que ir con cuidado con lo que decimos. Tenemos que vigilar el modo en que damos el feedback o podemos transmitir un mensaje que no es el que queríamos.
¿Los docentes están formados para saber cuándo es mejor dar feedback correctivo y cuándo centrarse en cuestionarse el proceso?
Este es un punto muy interesante que va más allá del feedback. Si pensamos en la clase presencial, poca gente, salvo los que estudian educación, ha recibido formación sobre cómo enseñar. Pueden ser expertos en su asignatura, pero también el peor profesor que hayas tenido jamás. En la clase física, eso podía pasar desapercibido, al menos para la Administración. En el terreno en línea, todo se convierte en dato, y tenemos más transparencia en todo lo que ocurre. Es fácil detectar los puntos fuertes y los puntos débiles de la gente. Por eso, y siendo un medio relativamente nuevo, es importante incluir en el programa de preparación del profesorado cómo entender cuándo hay que dar feedback o qué tipo. Antes de dar clases en línea, es necesario formarse para saber qué problemas puedes encontrarte. También creo que todos los profesores deberían, como mínimo una vez en su vida, realizar un curso virtual para saber cómo es.
Has hablado de las dificultades de los profesores para dar feedback. ¿Los alumnos tienen problemas para recibirlo?
La mayoría no tiene y los estudios demuestran que prefieren recibirlo en distintos medios. Nuestros estudiantes, especialmente los más jóvenes, están tan acostumbrados a la tecnología que para ellos escuchar un archivo de audio o ver un archivo de vídeo es muy normal. En el caso de los estudiantes adultos, tal vez comporte algunos problemas técnicos. De vez en cuando nos encontramos con gente a quien solo le gusta el feedback escrito, pero se trata de un porcentaje muy pequeño. Son estudiantes sobresalientes, los mejores de su curso, que normalmente cursan muchas asignaturas y muchos cursos a la vez. Creen que no tienen tiempo extra para escuchar un audio o ver un vídeo. Solo quieren leerlo; ya saben que tienen un resultado perfecto, y lo que quieren es pasar a lo siguiente.
¿Hay profesores que se quejan de que no tienen tiempo para dedicar al feedback?
No tenemos este problema en mi universidad. De todos modos tienen que darlo: es parte de su trabajo.

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