4/7/16

Quiero unas vacaciones sostenibles. ¿Por dónde empiezo?

Se acercan las vacaciones y son muchas las personas que planifican un viaje. En 2015, cerca de 1.200 millones de turistas se movieron por todo el mundo, según la Organización Mundial del Turismo (OMT). Más allá de decidir la duración, el destino y el coste económico, hay una preocupación creciente por no impactar negativamente en el medio ambiente y por generar beneficios para la población local. De hecho, un 42,1 % de los turistas conectados, los denominados 3.0, quiere alojarse este año en un establecimiento sostenible. Los expertos en turismo de la UOC Lluís Garay y Soledad Morales hacen algunas recomendaciones a los turistas para que tomen conciencia de las repercusiones ambientales, sociales y económicas que tendrá su viaje en el lugar de destinación, lo que se conoce como turismo sostenible.
La elección del transporte, el alojamiento y la relación con la población local, aspectos que debe tener en cuenta el turista.<br />Foto: Flickr / Budi Nusyirwan (CC)

La elección del transporte, el alojamiento y la relación con la población local, aspectos que debe tener en cuenta el turista.
Foto: Flickr / Budi Nusyirwan (CC)

Los expertos en turismo de la UOC Lluís Garay y Soledad Morales hacen algunas recomendaciones a los turistas para que tomen conciencia de las repercusiones ambientales, sociales y económicas que tendrá su viaje en el lugar de destinación, lo que se conoce como turismo sostenible.

  1. Medio ambiente. Hay que pensar qué tipo de transporte se usará. «Los viajes en avión de larga distancia generan un importante impacto en forma de contaminación», explica Garay. Y lo mismo pasa con los cruceros: el más grande del mundo, el Harmony of the Seas, amarrado en el puerto de Barcelona hace unas semanas, consume 2.500.000 litros de fuel en un día.
  2. Economía. «Nos tendríamos que plantear si nuestro gasto impactará positivamente en la comunidad de residentes de nuestro destino o bien caerá en manos de corporaciones, o si el tipo de empleo que generará esta actividad será precaria para los trabajadores o reunirá unas mínimas garantías y protecciones», añade Garay.
  3. Impacto social. Hay que pensar si el viaje «generará fenómenos de desplazamiento de población residente de nuestro destino o si, por el contrario, tendrá un efecto positivo porque se compartirán ideas y conocimiento», dice Garay.
  4. Comportamiento del turista. La profesora Morales dice que el viajero «tiene que actuar de manera respetuosa y consciente», porque cuanto más lo haga, «más practicará un turismo sostenible y responsable».

El OMT recomienda al turista responsable:

  • Integrarse en las culturas y tradiciones locales.
  • Respectar los derechos humanos.
  • Ayudar a conservar el entorno natural (proteger la flora y la fauna).
  • Respectar los recursos culturales (y comprar artesanía y productos locales para contribuir al desarrollo económico y social).
  • Reunir la máxima información posible del destino y dedicar tiempo a entender sus costumbres, normas y tradiciones (evitar comportamientos que puedan ser ofensivos).

Para el profesor Lluís Garay, «se trata de empezar a ser un poco más consciente de estos impactos e intentar actuar de manera responsable tanto como sea posible». Para Morales, el turismo sostenible «permite al turista participar de experiencias personales, a veces extraordinarias, que pueden propiciar un cambio en el sistema de valores de las personas».


Buenas prácticas en Cataluña

«Cataluña es un territorio que se preocupa por estos aspectos y tiene iniciativas muy punteras», dice Morales. Un ejemplo de ello es el premio que ha recibido la Diputación de Barcelona por parte de la Comisión Europea por su sistema de indicadores de turismo sostenible. «Es señal de nuestra preocupación por preservar nuestros recursos», comenta la profesora de la UOC.

La Garrotxa recibió también el premio Turismo Responsable de Cataluña hace un par de años por la mejor contribución a la calidad de vida de la comunidad. La Rectoria de Sant Miquel de Pineda, en el pueblo de Sant Feliu de Pallerols (Garrotxa), es ejemplo de alojamiento sostenible: el 73 % de los productos que compran se producen en el territorio, el 80 % de los platos del menú son de gastronomía local y de temporada, trabaja población local y las tecnologías han sustituido el papel.


Turistas 3.0: el móvil es su mejor mochila

«La conciencia por los viajes sostenibles y las TIC son los dos motores de los grandes cambios que el turismo está viviendo y vivirá los próximos años», dice el experto de la UOC. Y es con las TIC que nace el denominado turista 3.0, que reserva los viajes en línea y dispone del móvil como mejor ayudante durante todo su viaje: es la cámara, el guía, le ofrece opiniones de otros viajeros, le muestra planos de las calles y de los transportes...

Además, es un turista que se convierte en productor de contenidos y tendencias, al compartir en las redes sociales y espacios webs sus impresiones y recomendaciones sobre empresas, productos y servicios.

Según el estudio Viajero conectado de TripAdvisor, el 45 % de los turistas usa el móvil para reservar actividades, un 72 % para buscar restaurantes y un 34 % quiere hacer el registro de entrada en el alojamiento con el teléfono inteligente.

«Los turistas se están convirtiendo en personas que buscan más valor añadido en el viaje y están más sensibilizadas e implicadas en el territorio, la sociedad y la cultura de los lugares que visitan y consumen», concluye Morales.

Expertos UOC

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