Martin Dougiamas, creador de Moodle
Usted ha admitido que empezó a crear lo que sería Moodle porque no encontraba un software que le diera lo que buscaba. ¿Podemos decir, pues, que Moodle nació de una frustración?
Sí, podemos decirlo así. Yo quería una herramienta pedagógica en la que los ciudadanos pudieran participar y no fueran tan solo consumidores pasivos. Pero, como que no la encontraba, decidí crearla. Estuve tres años trabajando en el proyecto y mi mujer no lo entendía. Me preguntaba: «¿Tanto trabajo para después regalarlo a todo el mundo?».
Moodle es la primera comunidad de software libre que no está formada tal solo por informáticos, sino que también hay pedagogos y profesionales del mundo educativo. ¿Esto lo hace diferente del resto?
Sí, porque está impulsado por los usuarios, que provienen de todo el mundo y de diferentes niveles de formación. Nuestra comunidad, donde pasan muchas cosas, es la responsable del desarrollo de Moodle. No miramos lo que hacen otros productos porque ya estamos bastante ocupados construyendo lo que nuestros usuarios nos piden.
¿Cuántos usuarios tiene Moodle a nivel mundial en el día de hoy? Lo pregunto porque no es obligatorio registrarse, y esto implica que las cifras son muy relativas.
Actualmente tenemos unos ochenta y siete mil sitios Moodle registrados, pero disponemos de datos informales, como los que obtenemos en las conferencias, donde pregunto cuántos usuarios están registrados y solo levanta la mano el diez por ciento de la gente. Además, algunos socios de Moodle tienen miles de clientes. Por lo tanto, teniendo en cuenta todo esto, calculo que los usuarios reales son unas diez veces el número de los que están registrados.
¿Con cuántos desarrolladores cuenta el proyecto?
En mi empresa somos veintinueve personas, de las cuales veinticinco son desarrolladores. Además, disponemos de unas doscientas personas que contribuyen de forma regular y también contamos con unos diez mil usuarios que colaboran de alguna manera, sea con documentación, sugerencias, ideas, etc.
¿Y en cuántos idiomas se puede encontrar Moodle?
Actualmente en un centenar, aproximadamente.
El catalán es uno de ellos.
Cataluña ha mostrado un gran interés en Moodle desde los inicios del proyecto, cuando el profesor Jordi Adell de la Universidad Jaume I de Castelló habló de él en un blog; fue uno de los primeros en hacerlo aquí y permitió que mucha gente se enterara de qué era Moodle. Él organizó la primera MoodleMoot en España.
Usted ha escrito en su web que un día realizará «la completa reconstrucción» de Moodle. ¿Cuándo será eso?
Algún día lo haré, pero todavía no, porque podemos hacer muchas cosas tanto con el Moodle 2.5 como con la nueva versión 2.6, que es continuista. En el mundo de la educación no gustan los cambios repentinos, sino que se prefieren pequeños cambios paulatinos que aporten mayor seguridad, estabilidad, etc. Pero también debo decir que, si tuviera que empezar Moodle de nuevo, lo primero que haría sería diseñarlo para que se pudiera utilizar desde los teléfonos móviles.
Moodle es un producto educativo de éxito. ¿La clave de todo está en que usa un lenguaje que los alumnos entienden perfectamente?
Sí. En sus inicios, Moodle fue pensado para escuelas y universidades, pero nos ha sorprendido que algunas de las grandes compañías petroleras del mundo también sean usuarias, teniendo en cuenta que pueden permitirse cualquier otra cosa y, a pesar de ello, han escogido Moodle. Y esto es muy interesante.
Usted dice que Moodle no ha cambiado la educación, sino que lo ha hecho internet. ¿Qué papel juega Moodle en el nuevo paradigma que supone la red?
El mayor paradigma que nos ha traído internet es que pueden hacerse muchas cosas sin la necesidad de estar físicamente en una clase, sino que uno puede estar en cualquier lugar. Recuerdo que cuando era uno de los primeros que utilizaba internet y creé uno de los tres mil primeros webs del mundo, yo decía a la gente que en el futuro se podría trabajar desde el tren o desde la playa, desde cualquier lugar. Y durante muchos años la gente no me entendía. Ahora esto es normal, pero en aquel momento fue un gran cambio. Yo sabía que aquello sería posible, pero tampoco quería perder el diálogo, esta cooperación, el hecho de compartir ideas, de tener una conversación... Y esto es lo que es el web 2.0, que tan solo era una idea cuando Moodle empezó a funcionar.
Usted ha venido a Barcelona para participar en el décimo encuentro de usuarios de Moodle en España. ¿Qué esperaba del encuentro y que ha encontrado?
He venido por dos razones: porque intento aprender lo que pasa donde utilizan Moodle y también porque impulso la investigación basada en Moodle. Y esto último puede hacerse en universidades y escuelas donde los profesores llevan a cabo distintas investigaciones porque disponen de los estudiantes y el entorno adecuados. Y por eso necesito la información que me proporcionan los usuarios. Si puedo conseguirla, conseguiremos que Moodle sea mejor para todo el mundo. En el encuentro de Barcelona hemos hecho una conferencia sobre este tema, pero llevamos todo el año dándole vueltas a cómo tiene que ser el Moodle del futuro.
A menudo lo definen como un internet guy, al igual que a otros emprendedores de éxito del entorno digital. ¿No es una simplificación excesiva de su perfil?
Me definen así porque desde muy pronto he estado implicado en internet y porque creía que internet debía desarrollarse gracias a sus usuarios, que no tenían que ser simples consumidores pasivos y nada más. Y he intentado llevarlo a cabo mediante la educación, porque es el aspecto más importante de la vida, que condiciona todos los demás. Y, evidentemente, para todos aquellos que no conocen con detalle mi carrera soy un internet guy, que es la manera simplista de definirlo.
Una vez dijo que Moodle le ha permitido trabajar desde casa y que es una buena razón para levantarte cada mañana. Once años después de crearlo, ¿todavía es así?
Sí, ¡ya lo creo!
¿Porque mantiene la ilusión o porque tiene demasiado trabajo para quedarse en la cama?
(Ríe) Me gusta levantarme hasta que tengo bastante, porque es entonces cuando te sientes bien y tienes fuerzas para ir a trabajar. Es cierto que tengo mucho trabajo, pero también que disfruto mucho haciéndolo. Soy muy afortunado porque gracias a Moodle, por ejemplo, he podido venir a una ciudad preciosa como Barcelona.<
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