Formar a los trabajadores del ocio nocturno, el antídoto contra las agresiones sexuales

La sentencia judicial del 5 de diciembre de mantener la pena de nueve años de cárcel a los cinco miembros de La Manada remueve en la conciencia ciudadana lo que sucedió en los San Fermines de 2016 y hace florecer las distintas percepciones de una misma realidad. Esta decisión ha traído olas de indignación ciudadana, pero la realidad es que, según la primera encuesta de Percepción social de la violencia sexual del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de 2017, un 15 % de los españoles considera que la víctima de violación tiene parte de culpa «por haber perdido el control» si está borracha. Los expertos constatan que las acciones de prevención, como informar a los jóvenes y formar a los profesionales del ocio nocturno, son clave para combatir las agresiones sexuales.

Otro de los datos que señala el informe es que la mitad de los hombres españoles y el 45,6 % de las mujeres consideran que el alcohol es «a menudo» el causante de una violación y que el estar bebido exime en parte al agresor. ¿Qué pasa entonces en los espacios de ocio nocturno, donde el alcohol es a menudo un asiduo de la noche? Precisamente, un estudio dirigido por la Universidad de Granada revela «múltiples formas de violencia sexual» en el «botellón», que conlleva«un contexto machista y patriarcal» aceptado y asumido por las chicas. Para el catedrático de Derecho Penal de la UOC, Josep Maria Tamarit,«hay aspectos que pueden ser complejos en la práctica forense, como la prueba de la falta de consentimiento de la víctima o el conocimiento por parte del acusado del alcance del consentimiento, por lo que es necesario actuar para prevenir, informar a los jóvenes, apoyar a las víctimas y formar a los profesionales».

Para el catedrático de Derecho Penal de la Universidad de las Illes Balears, Eduard Ramon Ribas, la sentencia de La Manada «ha removido los fundamentos del derecho penal sexual en España, que distingue entre agresiones y abusos. Esta distinción, de la que depende la sumisión a dos regímenes jurídicos muy diferenciados,se quiere suprimir. Se pretende, en concreto, calificar todo atentado sexual como una agresión sexual. Será preciso decidir, sin embargo, si el empleo de violencia o intimidación se equipara, sin más, a la ausencia de consentimiento (a los atentados sexuales cometidos, por ejemplo, de forma alevosa, sorprendido a la víctima con tocamientos sexuales o aprovechando que está inconsciente) o merece una pena más grave».

La encuesta Percepción social de la violencia sexual también señala quelos espacios de ocio juvenil son de vulnerabilidad «por el uso de las tecnologías»:se graban y difunden imágenes donde las principales víctimas son las chicas. Los expertos reclaman programas de prevención. De hecho, para poner fin a actitudes inadecuadas en estos espacios, en Cataluña se está haciendo hincapié en la formación de los trabajadores. Hasta ahora, los profesionales de seguridad del sector reciben formación genérica y la idea es formarlos en el ámbito concreto de las agresiones sexuales. Este protocolo está impulsado conjuntamente por la Generalitat, las administraciones locales, las entidades sociales y el sector privado.

La mitad de las víctimas de delitos sexuales en España son menores

En España hubo 9.537 personas que denunciaron ser víctimas de delitos sexuales en 2017 y casi la mitad de ellas (4.542) fueron menores de edad, según un informe del Ministerio del Interior sobre los delitos contra la libertad e indemnidad sexual.Cataluña, Andalucía, Madrid, la Comunidad Valenciana, Navarra, Canarias yBaleares encabezan la lista de comunidades con mayor incidencia, en tanto que aproximadamente el 78 % de las victimizaciones son de españoles frente al 22 % de víctimas extranjeras, entre las que destacan las marroquíes y británicas. Si nos fijamos en Barcelona, las urgencias del Hospital Clínic, el de referencia en la ciudad para atender a las víctimas, atienden una agresión sexual cada día, el doble que en 2005.

Seminario sobre delitos sexuales en el ocio nocturno, en Palma

Precisamente para debatir y analizar sobre esta problemática, catedráticos de Derecho Penal de la UOC y la UIB, un juez y un médico forense participarán en el seminario «Ocio nocturno y libertad sexual», que tendrá lugar el martes 11 de diciembre a las 16 h en la sede de la UIB, en Palma. Nina Parrón, directora insular de Igualdad del Consell de Mallorca, también participará en ese acto.