29/5/25 · Educación

"Se debe reforzar el pensamiento crítico y ético del estudiantado respecto al uso de la IA"

Albert Sangrà, catedrático experto en e-learning

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Albert Sangrà, catedrático de Educación de la UOC (foto: UOC)

Albert Sangrà, catedrático experto en e-learning

La llegada de la IA generativa abre un importante abanico de oportunidades, pero también de retos en el ámbito educativo. Para el catedrático de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación y director de la Cátedra UNESCO de Educación y Tecnología para el Cambio Social en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Albert Sangrà, se trata de la tecnología que ha provocado "más impacto en la educación en línea desde la aparición de los entornos virtuales de aprendizaje". En esta entrevista con el también director de la nueva unidad de investigación sobre educación e e-learning e investigador del Research group in Education and ICT (Edul@b) de la UOC, hablamos sobre los aspectos positivos y negativos de la integración de la IA en el aprendizaje en línea, así como de los proyectos de investigación de la UOC para aprovechar esta tecnología y generar soluciones que ayuden a estudiantes y profesorado.

El impulso de la IA generativa ha impactado en todos los sectores. ¿Qué avances concretos considera más rupturistas en los últimos años en el campo del e-learning?

La irrupción de la IA generativa posiblemente es la novedad que ha provocado más impacto en la educación en línea desde que aparecieron los entornos virtuales de aprendizaje (o LMS, o plataformas, o campus virtuales). Nos abre unas posibilidades poco exploradas hasta ahora, que habrá que poner a prueba. Por ejemplo, como respaldo del profesorado en el diseño de los planes docentes y de las actividades; en la creación y cocreación de recursos de aprendizaje; en los procesos de facilitación de feedback, y también para el estudiantado, como herramienta de apoyo en la toma de decisiones, en la personalización de sus itinerarios, etc.

¿Qué aspectos negativos o retos ha tenido la incorporación de esta tecnología? ¿Cómo combatirlos?

El impacto más inmediato fue una reacción, podríamos decir, casi apocalíptica en relación con la evaluación. Se ha percibido un incremento en la facilidad con la que una persona puede elaborar trabajos con la ayuda de las herramientas de IA generativa. Por lo tanto, una especial atención al fraude académico es lo que más ha llamado la atención. Por otro lado, merece la pena destacar los riesgos éticos derivados de los posibles sesgos de todo tipo (raza, género, ideología…) que se pueden generar al emplear estas herramientas, así como los errores potenciales que incorporan, también denominados "alucinaciones", en un intento eufemístico de no decir "mentiras".

“La falta de formación en competencias digitales la que puede condenar a muchas personas a convertirse en analfabetas funcionales ”

¿Cree que la incorporación de estas tecnologías a los sistemas educativos ayudará a disminuir las diferencias con los países en desarrollo, o más bien las ensanchará?

Todo depende de cómo se utilicen. Las herramientas, a veces, se usan como mecanismo para marcar diferencias. Y las empresas tecnológicas, si elevan su coste de forma que solo las puedan emplear los más ricos, nos colocarán ante un caso flagrante de discriminación de carácter social. Ahora bien, si se utilizan de forma igualitaria, si se da a todo el mundo la oportunidad de emplearlas, pueden ayudar a reducir las brechas existentes. Cabe destacar, sin embargo, que esta comparación económica tiene, también, un contrapunto cognitivo: hay que facilitar la formación necesaria para que se puedan usar adecuadamente. Hoy en día, es la falta de formación en competencias digitales la que puede condenar a muchas personas a convertirse en analfabetas funcionales en los próximos años, con los efectos sociales en el desarrollo que esto produciría.

¿Cómo debería afrontar la enseñanza el hecho de que el estudiantado, con la IA generativa, tenga respuestas en segundos para casi cualquier pregunta?

Cambiando la forma de hacer la pregunta. Cambiando lo que les pedimos que hagan. Nos estamos concentrando en la evaluación, cuando lo que de verdad tiene que cambiar es la manera de hacer que se enfrenten a los problemas que deben resolver. Estos problemas los tienen que poder solucionar con la ayuda de la IA generativa, si conviene. Debemos convertirla en una aliada y no en una enemiga. Pero para ello, es necesario modificar la manera de enseñar. Sí, ya sé que para algunas personas esto será duro, pero no queda otro remedio. La prohibición no resuelve nada, no tiene recorrido.

¿Cuál es su perspectiva respecto al uso de esta tecnología para conseguir un aprendizaje más personalizado y para la inclusión?

De nuevo, todo depende de cómo se utilice. Si redunda en beneficio del estudiantado, adaptándose a sus necesidades y características sin renunciar a plantearle una actitud activa, de desarrollo de su pensamiento crítico y creativo, me parece que puede ser una herramienta muy interesante. Sobre todo, hay que huir de proporcionar al estudiantado únicamente respuestas individualizadas, automáticas, sin exigirles que analicen la respuesta y tomen decisiones. Por otro lado, esta tecnología puede ayudar a los docentes a elaborar recursos de aprendizaje más adecuados a las necesidades y características del estudiantado, y también a preparar el feedback que hay que dar al estudiantado, incrementando su calidad a la vez que reduciendo la carga de trabajo del docente, tal como están investigando algunos de los proyectos que el Programa de investigación en e-learning financió en la convocatoria "Impulso para la investigación en e-learning".

¿Qué habilidades se tienen que reforzar en el estudiantado para hacer frente a un futuro laboral en el que estarán acompañados de aplicaciones de IA generativa?

Criterio. No se trata solo de saber utilizar una herramienta o una tecnología. Se trata también de saber cuándo y por qué utilizarla. Cómo decía antes, sobre todo es necesario reforzar el pensamiento crítico y ético del estudiantado, para que el uso que hagan de la IA tenga sentido y ayude a la sociedad a desarrollarse. Es necesario que nos aseguremos de que todo el estudiantado fomenta al máximo sus competencias digitales, otro de los aspectos en los que la UOC ha sido y es pionera.

La IA generativa ha puesto en cuestión todavía más los métodos de evaluación tradicionales. ¿Cómo se tendría que abordar la IA desde el punto de vista de la evaluación?

Personalmente, creo que el problema no reside en la evaluación, sino en las estrategias didácticas que empleamos cuando diseñamos las asignaturas. Se deben diseñar actividades y retos en los que se tengan que poner en juego aspectos que no se puedan resolver con una pregunta en ninguna herramienta de IA generativa. Debemos replantearnos cómo hacemos trabajar al estudiantado, qué les pedimos y qué queremos que sean capaces de hacer para adquirir las competencias que tienen que alcanzar. Si lo hacemos, la solución a la evaluación vendrá por sí sola, porque ya no será necesario el control que ahora necesitamos cuando una respuesta puede ser facilitada preguntándole a la herramienta. Independientemente de esto, creo que la evaluación tiene que ser cada vez más diversificada: estrategias evaluativas variadas, varios agentes evaluadores (autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación) y diferentes formatos de recogida de la información que nos aporta la evaluación que, al final, es una toma de decisiones.

Es el director de la nueva unidad de investigación sobre educación e e-learning. Previamente, ha sido director del Programa de investigación en e-learning de la UOC: ¿cuáles han sido sus líneas de trabajo?

El Programa de investigación en e-learning tiene como objetivo reforzar y promover la investigación en el ámbito del e-learning entre todo el PDI. Por otro lado, también ha buscado impulsar acciones concretas para compartir internamente la investigación que ya se esté realizando. En particular, el año pasado nos centramos en fomentar el uso de los datos de que dispone la UOC, por medio del Campus Virtual, para promover mejoras en el aprendizaje de nuestro estudiantado. Quizás un poco más adelante podremos hablar de la nueva unidad de investigación, cuando hayamos cuadrado los objetivos con los grupos de investigación que la componen.

¿Cuáles serían algunos de sus proyectos destacados?

Debo destacar los tres proyectos que fueron financiados por la convocatoria "Impulso a la investigación en e-learning". El proyecto ADELA (Asynchronous Discussion Evaluation with Learning Analytics), coordinado por Teresa Romeu y Javier Luis Cánovas; LISFEED (Designing AI-based support mechanisms with analytical evidence), coordinado por David BañeresAnna Espasa, y Using generative AI to assist teachers in developing personalized, formative, and quality feedback, coordinado por Nati Cabrera y David García Solórzano.

Considero que los tres ilustran perfectamente la voluntad de esta convocatoria de trabajar de manera interdisciplinar con los datos de que dispone la UOC para dar un paso adelante y generar soluciones que ayuden al estudiantado y al profesorado.

La investigación de la UOC

La UOC investiga, con una marcada especialización en el ámbito digital, para incidir en la construcción de la sociedad del futuro y contribuir a las transformaciones necesarias para hacer frente a los desafíos globales.

Los más de 500 investigadores e investigadoras y más de 50 grupos de investigación se articulan en torno a cinco unidades de investigación para abordar cinco misiones: Cultura para una sociedad crítica, Educación a lo largo de la vida, Salud digital y bienestar planetario, Tecnología ética y humana y Transición digital y sostenibilidad.

Además, la universidad impulsa la transferencia de conocimiento y el emprendimiento de la comunidad UOC con la plataforma Hubbik.

Los objetivos de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible de las Naciones Unidas y el conocimiento abierto son ejes estratégicos de la docencia, la investigación y la transferencia de conocimiento de la UOC. Más información: research.uoc.edu.

 

El trabajo científico de Albert Sangrà se enmarca en las misiones de investigación de la UOC: educación a lo largo de la vida y tecnología ética y humana, y favorece el objetivo de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU número 4, sobre educación de calidad.

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