1/7/25 · Cultura

Libros electrónicos más inclusivos: el futuro de la lectura en Europa

La nueva normativa europea de accesibilidad entra en vigor en junio de 2025 y obliga a adaptar los libros electrónicos para personas con discapacidad

Solo el 37,4 % de las editoriales europeas están preparadas para cumplir los nuevos requisitos de accesibilidad
Libro digital

Expertos apuntan que la accesibilidad mejora la experiencia de lectura para todos los usuarios. (Foto: Maarten van den Heuvel / Unsplash)

El libro electrónico se encuentra a las puertas de una nueva era. A partir del 28 de junio de 2025, una semana antes de la celebración del Día Mundial del Libro Electrónico –el 4 de julio–, ningún libro electrónico vendido en la Unión Europea podrá ignorar los criterios de accesibilidad establecidos por la nueva normativa que marca Bruselas: la European Accessibility Act. ¿Qué implica esto para la industria editorial? ¿Están preparadas las editoriales para adaptar sus catálogos? Y, sobre todo, ¿puede esta transformación hacer mejor la experiencia lectora para todo el mundo, no solo para las personas con discapacidad? La accesibilidad, junto con tendencias como la inteligencia artificial o los formatos multimedia, está redefiniendo el presente –y el futuro– de los libros digitales.

La Directiva Europea de Accesibilidad (EAA, por sus siglas en inglés) establece requisitos obligatorios para que los productos y los servicios digitales sean accesibles para todas las personas, incluidas aquellas con discapacidades visuales, auditivas, físicas o cognitivas. En el caso de los libros electrónicos, esto implica cambios estructurales en su creación y distribución: compatibilidad con tecnologías de apoyo, navegación flexible, metadatos de accesibilidad y la eliminación de barreras como las DRM restrictivas.

La EAA se enmarca en la estrategia digital de la Unión Europea y responde a una necesidad creciente de igualdad de acceso a la información. El uso de estándares como el EPUB 3, considerado el formato más preparado para garantizar la accesibilidad, será fundamental en este proceso. Según el proyecto europeo APACE, más del 70 % de las editoriales europeas son conscientes del impacto inminente de la norma, pero solo un 37,4 % han empezado a desarrollar libros electrónicos accesibles.

La norma también pretende armonizar las exigencias entre los estados miembros, hecho que podría restringir la distribución de libros no accesibles en entornos institucionales. Por lo tanto, adaptarse no solo será un deber legal, sino también una condición para mantener la competitividad dentro del mercado europeo. La entrada en vigor de la European Accessibility Act "supondrá un cambio estructural" para la industria editorial europea "que obligará a incorporar criterios de accesibilidad desde el diseño inicial de los libros electrónicos", asegura Laia Planagumà, profesora colaboradora del máster de Edición Digital de los Estudios de Artes y Humanidades de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

 

Impacto en la industria editorial

Hacer que un libro digital sea realmente accesible no es solo cuestión de cambiar el formato. Implica toda una transformación de los procesos editoriales: "Los principales retos técnicos son la migración de archivos a EPUB 3 y la adopción de esta versión como la principal para la producción; la creación de metadatos de conformidad; la redacción de textos alternativos para imágenes; la navegación estructurada, y la compatibilidad con lectores de pantalla", explica Planagumà.

A escala económica, el impacto se centra en la formación de equipos, la adaptación de flujos de trabajo y la posible contratación de servicios externos. Los costes, especialmente para editoriales pequeñas y medias, pueden ser un obstáculo importante. Sin embargo, cada vez más voces del sector insisten en que si la accesibilidad se integra desde el inicio –adoptando un modelo conocido como born accesible–, la inversión se reduce considerablemente. Además, existen herramientas gratuitas, como ACE by DAISY, que permiten hacer verificaciones técnicas sin necesidad de grandes equipos.

A pesar de los desafíos, la normativa puede actuar como un motor de innovación dentro del sector. Algunas editoriales ya adoptan la accesibilidad como criterio de calidad, e iniciativas como la European Digital Reading Lab (EDRLab) –una asociación sin ánimo de lucro que tiene el objetivo de fomentar la lectura digital abierta, accesible e interoperable en Europa– proporcionan apoyo técnico y formativo para dar el salto. Además, adaptarse puede abrir puertas a nuevos canales de financiación y colaboración institucional, así como a nuevos mercados en los que la accesibilidad es un requisito para operar.

 

Las tendencias emergentes en el mundo de los libros electrónicos

Más allá de la normativa, la lectura digital vive una revolución. Una de las tendencias más relevantes es el uso creciente de la inteligencia artificial en la producción editorial. "La IA puede ayudar a automatizar tareas clave de producción, como la generación de textos alternativos, la detección de errores de estructura o la extracción de metadatos", apunta Planagumà. "En el consumo, puede ser útil para personalizar la experiencia lectora según preferencias individuales", añade. En resumen, la adopción de la IA puede llegar a ser una herramienta útil para apoyar a los profesionales y a los consumidores.

Los libros de acceso multiplataforma, que combinan texto con audio, vídeo y lectura sincronizada, están ganando peso, especialmente en contextos educativos. Esta combinación no solo favorece la comprensión, sino que contribuye a la accesibilidad universal: la lectura deja de ser lineal para convertirse en una experiencia multimodal.

Otra tendencia destacada es la consolidación de los audiolibros como formato preferido entre muchos lectores. Según Deloitte, se prevé que el mercado global de los audiolibros genere 7.000 millones de dólares en ingresos en 2024. La opción de leer y escuchar simultáneamente –una funcionalidad especialmente útil para personas con dislexia o con dificultades visuales– se está convirtiendo en una expectativa básica de los usuarios digitales.

Además, los modelos de suscripción como Kindle Unlimited y Scribd han transformado el consumo: por una cuota mensual, los lectores acceden a catálogos ilimitados, lo que favorece la exploración de nuevos títulos y la lectura en movilidad. Este modelo también obliga las editoriales a adaptar sus estrategias comerciales y editoriales a un entorno en constante evolución.

 

El futuro, un ecosistema lector más variado

Todo indica que el futuro del libro electrónico será más amplio, más tecnológico y más inclusivo. Según un informe de Mordor Intelligence, se prevé que el mercado global de los libros electrónicos mantenga un crecimiento sostenido hasta 2030, impulsado por la digitalización educativa, los hábitos de lectura en dispositivos móviles y la adopción de plataformas de suscripción digitales.

Este crecimiento vendrá acompañado de una integración más profunda, específicamente, en la educación. Con la expansión de los entornos virtuales de aprendizaje, los libros electrónicos accesibles pueden contribuir de forma decisiva a garantizar una educación más equitativa. De hecho, la UNESCO ya ha destacado la importancia de la accesibilidad digital como eje central para lograr una educación inclusiva y de calidad.

Si el sector se transforma irreversiblemente y la sociedad se digitaliza…, ¿estamos irremediablemente abocados a la desaparición del libro en papel? Planagumà lo tiene claro: "Yo diría que la convivencia entre libro en papel y libro electrónico continuará, pero con roles diferenciados. El libro en papel mantendrá su valor cultural, emocional y simbólico, especialmente en ámbitos como la literatura infantil, el regalo o la adquisición de ediciones especiales con una estética cuidada. El libro electrónico, en cambio, continuará ganando terreno por su flexibilidad, la accesibilidad y la integración tecnológica", dice. Y recalca el valor de tener diversas opciones: "Más que una sustitución, diría que viviremos una complementariedad creciente, en la que el lector escogerá el formato según el contexto y la necesidad del momento. Cada vez más, las personas consumen el mismo título en varios formatos, adaptándose al dispositivo o al uso concreto, como pueden ser la lectura en movilidad, el estudio o la lectura relajada, para denominar algunos ejemplos".

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