4/5/23 · Institucional

"El mayor premio no es graduarte, sino darte cuenta de lo que eres capaz de hacer y conseguir"

Eduard Vega y Guillermo Sanz, dos de los más de 10.000 nuevos graduados de la UOC, han visto transformada su vida profesional gracias a sus estudios
El 5 de mayo, en el Auditori Fòrum (Barcelona), y el 17 de mayo, en el WiZink Center (Madrid), se celebran, en línea y presencialmente, los actos de graduación de más de 10.000 estudiantes. (Foto: UOC)

El 5 de mayo, en el Auditori Fòrum (Barcelona), y el 17 de mayo, en el WiZink Center (Madrid), se celebran, en línea y presencialmente, los actos de graduación de más de 10.000 estudiantes. (Foto: UOC)

Eduard Vega trabajaba como mozo de almacén y no encontraba ninguna salida en el ámbito profesional. Guillermo Sanz había empezado a trabajar en el mundo de la hostelería, pero soñaba con dedicarse a algo que le gustara. Gracias a los estudios de Comunicación y de Derecho de la UOC, respectivamente, ambos han conseguido dar un giro de 180 grados en el ámbito laboral. El 5 de mayo, en el Auditori Fòrum (Barcelona), y el 17 de mayo, en el WiZink Center (Madrid), se celebran, en línea y presencialmente, los actos de graduación para los más de 10.000 estudiantes de la UOC que finalizaron sus estudios durante el curso 2021-2022. En total, ya son más de 100.000 graduados y graduadas de todo el mundo los que, como Eduard y Guillermo, forman parte de UOC Alumni.

Durante este mayo, el estudiantado que finalizó sus estudios de la UOC durante el curso 2021-2022 participará en los actos de graduación de Barcelona y Madrid, en dos celebraciones muy especiales que podrán seguirse de forma presencial o en línea. Los participantes presenciales recibirán una lámina conmemorativa y varios materiales para poder participar en la dinámica. Los graduados que elijan la modalidad en línea también podrán participar activamente en el acto lanzando un birrete virtual. 

De mozo de almacén a community manager 

Eduard Vega, graduado en Comunicación, y Guillermo Sanz, graduado en Derecho, serán dos de los participantes de estos actos de graduación, uno en Barcelona y el otro en Madrid. Ambos viven el momento con orgullo, puesto que los estudios han supuesto un gran cambio tanto en su vida profesional como en el ámbito personal.

Con dieciocho años, Eduard, nacido en Tordera pero residente en Blanes, empezó a trabajar como mozo de almacén. Con el paso del tiempo, se sintió "encarcelado, sin salida". Llevaba muchos años sin estudiar y veía muy difícil ser capaz de hacerlo en la universidad. Sin embargo, "con un compañero de trabajo que se sentía como yo, nos acompañamos mutuamente para cambiar la inercia de nuestras vidas", explica. Su pareja y otro amigo le hicieron ver que tenía capacidades para estudiar un grado universitario y lo acompañaron a matricularse de la prueba de acceso para mayores de 25 años. De esta forma, en 2013 se matriculó del grado de Comunicación de la UOC, porque siempre le habían gustado el periodismo, la publicidad y los guiones de cine. Los primeros cursos fueron duros: "compaginaba ocho horas de trabajo muy duro, cogiendo cajas y cargando camiones (de seis a dos del mediodía), con la práctica de fútbol en un club amateur y con todas las tareas domésticas; durante los últimos semestres, también estudiaba inglés", recuerda. Además, "mi planificación era muy mala, y esto me suponía un maratón de horas de estudio que se alargaba por la tarde y por la noche. Por suerte, los resultados iban saliendo y, con el tiempo, empecé a planificar mejor las PEC", explica. 

Volver a estudiar le aportó una confianza renovada en sí mismo: se presentó a una vacante interna de su empresa y consiguió un puesto de trabajo en la oficina, lo que le permitió dejar atrás años de duro trabajo físico. "Además, el equipo de fútbol en el que jugaba me ofreció gestionar las redes sociales y la página web del club. Cada vez me sentía más feliz porque ese gran esfuerzo daba sus frutos", afirma. 

Ocho años después finalizó el TFG. Hoy, a pesar de seguir con el mismo trabajo, vive con mucha ilusión e inmerso en distintos proyectos. Vive la graduación contento y orgulloso de sí mismo y de su gente. "Es el momento de recoger el premio a la constancia y el sacrificio. El mayor premio no es graduarte, sino darte cuenta de lo que eres capaz de hacer y conseguir, entender que las barreras te las impones tú mismo. Hoy es el día de reconocer que pueden conseguirse muchas cosas con esfuerzo y sacrificio", afirma. "Los estudios me han abierto la mente: he adquirido unas herramientas que me han permitido ver más allá del día a día, que me han impulsado a ser curioso y a querer aprender más", asegura Eduard. 

Si ahora tuviera que animar a alguien ya mayor a estudiar, le diría "que las edades son estados de ánimo, que nunca es tarde para cambiar tu vida. No sabemos de qué somos capaces si no nos lanzamos". "Muchas veces uno mismo no se imagina hasta dónde puede llegar; de ahí la importancia del entorno, de que te animen", concluye.

Del mundo de la hostelería a asesor legal

Lo mismo puede afirmar Guillermo, de Madrid, que también quería dedicarse profesionalmente a algo que le gustara. Como tanta gente, había empezado a trabajar en el mundo de la hostelería y el comercio. El derecho le gustaba, pero necesitaba trabajar para poder pagarse los estudios. Hizo la carrera en otra universidad, pero para cursar el máster tenía que hacer prácticas presenciales. "Me resultaba imposible compaginarlas con mi trabajo. Entonces una compañera de trabajo me recomendó la UOC, donde las prácticas no eran presenciales", explica.

Dicho y hecho, la UOC le ofreció la posibilidad de cumplir su sueño, como a tantos otros estudiantes: "obtener el grado de Derecho y el máster universitario de Abogacía ha implicado un gran esfuerzo, pero también una gran satisfacción personal y profesional". Hace cinco años, y gracias a estos estudios, "pude introducirme en algunos despachos y oficinas, y, desde hace dos años, soy asesor legal en el departamento jurídico de mi trabajo", señala. A punto de graduarse, afirma que se siente orgulloso de haber conseguido, con esfuerzo económico y de estudio, dedicarse a algo que le apasiona y vivir de ello. Mientras estudiaba, trabajaba a jornada completa. Además, durante este periodo también se independizó y se casó. 

Dentro de cinco o diez años, espera que las cosas sigan así y pueda dedicarse a lo que le gusta y vivir de este trabajo. Además, desea que las personas que, como él, tienen que trabajar, hacer tareas domésticas o mantener una familia "tengan cada vez más opciones para estudiar y puedan seguir formándose y creciendo laboralmente".

UOC Alumni

Eduard, Guillermo y los más de 10.000 estudiantes que se gradúan este curso forman parte de la comunidad UOC Alumni, que ya cuenta con más de 104.500 miembros. A pesar de haber terminado los estudios, UOC Alumni tiene la misión de acompañarlos en su formación a lo largo de la vida y en la mejora permanente de su carrera profesional.

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