Conferencias y Workshops

Herramientas para emprendedores
03/11/2016
03-11-2016 Barcelona

Alexandre Gonzalez Capel
Marc Bonavia

Alexandre González Capel y Marc Bonavia nos explican qué pasa desde que tenemos una idea hasta que emitimos la primera factura. Descubrimos qué herramientas son necesarias para emprender y como tenemos que hacer frente al proceso de autoconocimiento que supone la emprendimiento. 

 

Antes de montar un proyecto de emprendimiento nos tenemos que preguntar “¿Quién tiene un problema?” Y ver si lo que proponemos como solución mejora este problema. 

 


Cámara de emprendedores y Empresarios
 

Alexandre González Capel es presidente de la Cambra d'Emprenedors i Empresarisque se fundó hace un año y medio con la idea de emprender a coste cero, evitando la fuga de talento de los jóvenes que marchan porque aquí no encuentran oportunidades y nunca vuelven, y recuperando los profesionales de más de 50 años que son despedidos por las empresas para abaratar costes. La propuesta de la Cámara es hacer una fusión generacional uniendo estos dos colectivos: “Lo importante es que tengamos compañeros de viaje que nos faciliten la labor para poder llegar a nuestros objetivos. Estos dos colectivos que son complementarios, tienen mucho que ofrecerse mútuamente” comenta González Capel. Asegura que hay que concienciar a la sociedad de que tenemos un problema cuando desaparecen del mercado laboral jóvenes y experimentados con más de 50 años, quedándonos sólo con una franja de 25 años. 

 


De la idea a la empresa
 

Es habitual que en la Cámara lleguen personas con una idea de negocio pero sin saber por dónde empezar ni qué tienen que hacer para avanzar. Intentan dar respuesta a una de las inquietudes habituales de los emprendedores: Estamos solos y nadie nos acompaña. Por eso ofrecen un grupo de talento que da respuesta a sus necesidades que varían en función de cada caso. Primero deciden si el proyecto es suficientemente interesante y merece la pena que empiece. A partir de aquí los acompaña con formación, mentoría, internacionalización, aceleradoras o lo que convenga hasta que lleguen a construir su empresa. 
 
Su filosofía es ir a éxito, siendo austeros pero generando negocio. No tienen ningún incentivo económico, su objetivo es provocar negocio. También apuesta por la innovación y el talento. González Capel se queja de la falta de ADN emprendedor, convencido que un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido porque no nos enseñan a innovar ni a ser creativos, por eso la Cámara ha empezado un programa en 2o curso de alguna ingenierías, cogiendo talento de jóvenes innovadores con iniciativa, y los unen con personas con experiencia, madurez y recorrido. El resultado son proyectos que funcionan. Destaca la necesidad de concienciar a los empresarios que sus trabajadores son emprendedores potenciales, haciéndolos así partícipes de la empresa, recordándonos que esta es la filosofía de Google. 
 

 


Aprendemos del fracaso 
 

Acaba destacando la inutilidad del miedo al fracaso, “si no lo probamos no tendremos la oportunidad de fracasar. Es habitual iniciar 6 o 7 proyectos hasta que consigues que avancen. No hay nada que sea imposible, partiendo de la base que tenemos que emprender con lógica y cierta coherencia. Si tenemos que cometer errores, al menos que sean nuevos” propone el presidente de la Cámara. 
 
Constata que el cliente, el inversor, es la pieza más importante de todo el proyecto. Lo que marca la diferencia cuando se busca inversores es que se crean tu proyecto, que lo vendas con entusiasmo, tenemos que desarrollar nuestra idea desde el punto de vista del cliente para que acabe teniendo la sensación que si no forma parte de él se está perdiendo algo importante. 
 

Aprender de la experiencia 
 

Marc Bonavia,fundador de SITmobile y premio Fundación Príncipe de Girona 2011. A raíz de su experiencia personal y profesional da las claves de cuáles son las herramientas importantes para emprender. 

Bonavia explica que estudia Farmacia sin saber que lo que aprende en la facultad es caduco y no le servirá para más adelante. Nadie le habla del emprendimiento pero se da cuenta que una actitud emprendedora es importante a lo largo de la vida de cualquier persona independientemente de lo que haga, porque la proactividad es lo que nos hace avanzar. Después marcha a Holanda a hacer investigación y empieza a sospechar que aquello no es lo que realmente quiere. Es el año 2000 y tiene una idea de comercio electrónico, agrupando en un solo lugar web todas las ofertas que hay en internet. Habla con su primo Enric Solé y deciden empezar una aventura que tiene su punto final el año 2014 cuando la compañía australiana Soprano compra SITmobile, empresa dedicada a los servicios de mensajería móvil para empresas, fundada por Bonavia i Solé en 2001. En este periplo de 14 años crean ZZSpirit donde están dos años sin cobrar y deciden pivotar para convertirse en mayoristas de sms. A pesar del cambio siguen una travesía por el desierto hasta 2003 que el mercado despierta y entonces además de escucharlos  quieren contratar sus servicios. Se dan cuenta que tienen un producto innovador pero que les falta credibilidad, un cliente bandera que los valide. Llaman a la puerta del Barça i funciona, con ellos consiguen reforzar su imagen. Es el momento de crecer, primero con oficina en Madrid, después hacia Suramérica y llegan a tener presencia en 50 países. 
 
Bonavia explica que en algunos momentos se ha sentido como un chico que está sobre un león y todo el mundo dice que es muy valiente mientras él se pregunta qué ha hecho para estar ahí. Asegura que lo más valuoso de estos 15 años de empresa no es la venta de SITmobile ni los dividendos que ha conseguido, sinó aprender que si no sabes hacer algo se nota y pagarás un precio por no saber hacerlo. “El emprendimiento es un método de autoconocimiento en el que pronto descubres en qué eres bueno y en qué no. Es importante ser consciente que siempre necesitaremos un complemento que nos ayude a ser mejores” dice Bonavia. Constata que si emprendes lo realmente importante no es si conseguirás el éxito, sinó hacer un inventario de cuáles son tus mejores cartas, porque la experiencia te ayuda a dibujar un panorama que te permite decidir hacia donde vas y qué puedes aportar. 
 

Trabajemos las herramientas internas
 

En las escuelas de negocio se trabajan las herramientas externas para gestionar negocios, márketing o finanzas pero las herramientas de gestión verdaderamente importantes son las internas. Lo que marca la diferencia para conseguir objetivos es si estás preparado para soportar el esfuerzo que supone emprender, si sabes gestionar la parte interna, conociendo tus emociones porque las emociones son lo que nos moviliza. Para gestionar un grupo de personas las tienes que motivas, y el mejor activo será que tu grupo de personas hagan que lo que quieres que pase, pase. También hay que aprender a desconectar. Los emprendedores están 24h conectados y es importante saber parar. Y saber respirar, la respiración es la vávula con la que regulamos cómo nos sentimos y nos hará falta para gestionar conflictos. 
 
Es fácil encontrar emprendedores con ansiedad y depresión porque no saben respirar ni gestionar expectativas, no saben por qué hacen lo que hace. Por éso es importante que la motivación para emprender no sea enriquecerte. Enriquecerte puede ser o no la consecuencia de lo que haces pero no puede ser el motor. Hay que partir de la base que los emprendedores empiezan en crisis, con facturas por pagar y sin ingresos. Si enfocamos el emprendimiento como la manera de encontrarte a ti mismo y ver qué es lo que más te puede aportar, aunque la administració te ponga trabas, el viaje vale la pena porque te llevas saber dónde puedes ser útil y ser consciente que puedes contribuir a hacer un mundo mejor.
 
 

 

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